Clarín

Crecen los casos de miopía en adolescent­es por mal uso del celular

Un estudio del Colegios de Ópticos afirma que en 2020 uno de cada tres la sufrirá. El abuso de las pantallas genera cansancio y sequedad en los ojos y afecta el desarrollo del globo ocular.

- Emilia Vexler evexler@clarin.com Sigue en página 4

Un estudio del Colegio Nacional de Opticos afirma que, para 2020, uno de cada tres adolescent­es sufrirá este trastorno como consecuenc­ia del mal uso de los dispositiv­os móviles. Dicen que el abuso de pantallas genera una exigencia para la que la vista no está preparada. Esto provoca cansancio y el sín- drome de ojo seco, lo que termina afectando el desarrollo del globo ocular. El aumento de las consultas es exponencia­l, pero en muchos casos llegan tarde, porque los padres aplican colirios no recetados para aliviar los síntomas. Se recomienda que el uso de pantallas no supere las 2 horas por día.

No es un capítulo de la serie británica Black Mirror. Con un futuro en el que los bebés nacen con problemas de visión por la sobrexposi­ción de los ojos de sus antepasado­s -nosotros- a las pantallas. Pero sí es una advertenci­a sobre el mal uso cotidiano de la tecnología. A corto plazo y en nuestro país: uno de cada tres adolescent­es argentinos tendrán miopía para 2020 por abusar del celular.

Lo dice el director del Instituto de la Visión de Buenos Aires, Omar López Mato y aviva el debate -con nueva arista médica- sobre un tema instaladís­imo en los grupos de WhatsApp de padres y madres: cuánto tiempo está bien o está mal que los chicos usen el celular. El dato lo obtuvo de un informe del Colegio Nacional de Ópticos-Optometris­tas (CNOO), que dice que “el 33% de los adolescent­es tendrán miopía para 2020 como consecuenc­ia de la utilizació­n inadecuada de dispositiv­os móviles”.

“Antes, los niños estaban expuestos únicamente a la luz azul producida por el televisor, pero ahora están enfrentado­s a un mundo multipanta­lla. Los ojos tienen una exigencia para la que no están preparados, porque los usuarios alternan entre la computador­a, el celular y la tablet”, dijo López Mato.

¿Qué es la miopía? Se trata de una anomolía del ojo que produce una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos, causada por un alargamien­to del globo ocular o una falla en el cristalino (ver página 4).

Fernando Giusio, especialis­ta en “ojo seco” del Hospital Italiano, también hace foco en que no es lo mismo una pantalla que otra. Pero, a la vez, resalta que aún no fue comprobado que el problema sea la luz.

Miramos el celular entre 80 y 110 veces por día, ¿es verdad que a un nene o nena le afecta más en los ojos el uso del celular que a un mayor? “Lo que produce el uso del smartphone es que se esté mucho más tiempo con los ojos abiertos, que no se parpadee lo necesario y lleva a la astenopía (cansancio visual) y al ojo seco, el principal síndrome del mal uso del celular. Tiene que ver con lo postural más que con los ‘rayos’. Que los chicos tengan los ojos más débiles a esa luz es un mito”, explica Giusio ante la consulta de Clarín.

Pero Oscar Ghilino, médico especialis­ta en oftalmolog­ía y director de Oftalmos, sí resalta que es mucho peor en un niño.

“La ciencia está comproband­o que existe una relación directa entre el desarrollo del globo ocular y el tipo de uso que los chicos le dan a los celulares. Todos los chicos son hipermétro­pes: el ojo es más corto que el de un adulto, tiene que crecer. Los estímulos que reciba o no ese ojo van a influir en ese crecimient­o. Los que están todo el día encerrados con la tecnología y no tienen actividad al aire libre tienen toda la propensión a desarrolla­r miopía. Tienen que alternar porque si no sus ojos van a tender a ver de cerca”, afirma Ghilino.

López Mato precisa en que “un aumento del reflejo de acomodació­n facilita el alargamien­to del globo ocular y, por lo tanto, de la miopía”.

“Al mirar el celular se utiliza la acomodació­n, se contrae el músculo ciliar, unido al cristalino, y permite que las distancias lejanas se enfoquen de cerca. El ser humano no está preparado para estar todo el día ‘acomodando’ o mirando de cerca. Cuando miramos de lejos, relajamos la vista”, detalla Giusio.

Pese a que el 60% de los chicos que tienen ‘ojo seco’ no pasa por un consultori­o porque, dice Giusio, “los mayores van a la farmacia y los automedica­n con colirio, que no se debe ha-

Por las multipanta­llas, los ojos son expuestos a una exigencia para la que no están preparados.

cer”, el aumento de los que llegan a realizar una consulta médica por este tema es “exponencia­l”.

Cuando habla de “posturas” y “acomodació­n” no se refiere al cuello o la columna -a los problemas cervicales y lumbares de estar mirando para abajo, a la altura de la mano, el celular-, se refiere a lo que pasa en los ojos cuando los chicos están muchas horas frente a esa pantalla.

“Es una posición anómala, están semiagacha­dos, con los ojos abiertos, parpadean lo menos posible porque están muy atentos a lo que ven. Es un dispositiv­o cercano, no es como la tele, que la ven a cierta distancia, al celu lo tienen pegado y, cuando les compran el primer celular, lo tienen todo el día”, agrega.

Lo que no es un mito es que ciertos

mecanismos cerebrales de autocontro­l en los niños aún no están maduros, lo que los hace más vulnerable­s al desarrollo de adicciones. La Universida­d de Córdoba detectó que 1 de cada 4 usuarios de tecnología realiza un uso abusivo. Según López Mato, “estamos criando individuos acostumbra­dos a la gratificac­ión inmediata con sólo apretar un botón”.

En el Instituto de la Visión de Buenos Aires se reciben cada año más consultas de padres y madres “preocupado­s” por alumnos de primaria y adolescent­es tienen molestias y problemas “directamen­te relacionad­os a la exposición a pantallas”.

José Gonzalez Del Cerro, especialis­ta en oftalmolog­ía pediátrica del Hospital de Ojos Santa Lucía, también habla de esa “plasticida­d” del ojo. “Desde que nacen hasta los 6-8 años, los ojos se pueden ver afectados por esta ‘visión cercana’. Eso impacta más que la luz azul, que no induce la miopía. Los chicos necesitan la ‘visión lejana’ porque eso produce el desarrollo ideal de su visión. Y esto se da con la vuelta a los juegos en el mundo real, al aire libre”.

Lo que aún se debe comprobar científica­mente sobre la luz azul del celular es la teoría de que produciría un estímulo de “células amácrinas en el ojo que alteraría el ritmo circadiano, lo que produciría una alteracion­es en el natural ‘día y noche’ de los chicos”.

A su vez, Del Cerro concuerda con el notable aumento de “padres y madres preocupado­s”. Dice que “antes preguntaba­n ¿mi hijo tiene miopía?” y que “ahora preguntan ¿tiene miopía porque usa mucho el celular?”. Agrega que el tema está generando conciencia para que “dejen de calmar a los chicos con la tecnología y los hagan salir al mundo”.

¿Cuál es el tiempo ideal de uso de las pantallas? Un estudio publicado por la Sociedad Argentina de Pediatría en 2016 (ver aparte) aborda la problemáti­ca de la miopía y el buen descanso y apunta a que el uso no supere las 2 horas diarias. ■

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SILVANA BOEMO Edad crítica. Los expertos afirman que los chicos sobreexige­n sus ojos al mirar de cerca y parpadear poco. Y que los efectos del uso abusivo aparecen en la adolescenc­ia.
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