El uso del celular empieza cada vez más temprano y la mayoría ya tiene uno a los 11 años
El estudio detectó que a los 5 años, el 70% utiliza el teléfono de sus padres para jugar o escuchar música.
En un mundo multipantallas, los niños no son ajenos a la tentación de manipular su propio celular, jugar con una tableta, manejar la computadora hogareña y tener su propio televisor en la pieza. En Argentina, la mayoría de los chicos ya tienen su teléfono a los 11 años y crece el número de pantallas en la habitación.
A los 5 años, el 70% de los chicos del país ya es usuario de los celulares de sus mayores. En su mayoría, los emplean para videojuegos ( 56%) y, en menor medida, para escuchar música (32%) y ver videos o programas de televisión (10%). Los datos surgen de una encuesta realizada el año pasa- do por la consultora Markwald, La Madrid y Asociados.
“La aproximación a las pantallas se produce a una edad cada vez más temprana. Una de las explicaciones es que los dispositivos táctiles, a diferencia de las teclas, facilitan el acceso a la tecnología y los más chicos logran una interacción más fluida. Pero también hay otro fenómeno detrás. El crecimiento urbano lleva a muchos padres a preferir que sus hijos se queden en casa con una pantalla antes de que anden por la calle, por los peligros que ello implica. Así, es una decisión de los mayores como los menores invierten su tiempo libre y en consecuencia, equipan sus viviendas con un mayor entorno audiovisual”, señala Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación, especialista en cultura juvenil.
El uso del celular se incrementan de manera progresiva a medida que se indaga entre familias con nenas y nenas más grandes. A los 7 años, se- gún el estudio Kiddo’s de esa consultora, ya utiliza celular el 83% de los chicos; a los 9 años, el 85%; y a los 11 años, 9 de cada 10 son usuarios (91%).
“Actualmente, los cuartos de los hijos son universos tecnológicos en donde conviven las 4 pantallas. El problema a lo que esto conduce es un mayor tiempo dedicado a la tecnología y la experiencia de una mayor soledad. La recomendación en este sentido, es que durante la época escolar, no permitir que la tecnología se meta en la habitación. Que la computadora y el televisor esté en un lugar común donde se comparta con otros miembros de la familia”, recomien- da Morduchowicz.
Los padres, de todos modos, intentan postergar el momento en que los niños, además de usar los móviles de la casa, tengan uno propio, ya sea comprado o “heredado”. Así, sólo el 12% de los chicos de 7 años es dueño de un celular, a los 9 años tiene el suyo un 24%. El salto se da a los 11 años, cuando más de la mitad (el 52%) ya tiene su propio móvil.
Y si bien la pantalla más demandada es la del celular, las de tabletas y televisores le siguen en orden de importancia. Lo común es que las reciban como regalos, o bien que ahorren para comprarlas y que luego, en fe- chas como por ejemplo el Día del Niño, las familias los ayuden a completar el monto.
Además, el estudio Kiddo’s de 2016 había detectado que el 55% de los chicos de entre 6 y 11 años ya tiene un televisor en su cuarto, el triple que hace 15 años. En cambio, quienes poseen computadora propia ahora son 4 de cada 10, más del doble que en 2010 (18%); y la proporción de nenes y nenas que también usan tabletas saltó del 26 al 39% sólo en los últimos dos años. A eso se suma que más de la mitad (51%) tiene una consola de juegos y que un tercio es dueño de un celular. ■