Descubren 200 serpientes en un edificio de Once
Había boas y pitones de hasta dos metros para venderlas.
En un departamento de Once encontraron 219 serpientes, entre ellas pitones bola y boas esmeralda de hasta dos metros de largo. Estaban en cajas, listas para ser vendidas en el mercado negro.
Las víboras fueron halladas en un edificio ubicado en Lavalle al 2200. Las descubrieron por una denuncia de un vecino a través del portal de Internet del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que desencadenó un allanamiento. Según fuentes del operativo, las venderían por $ 400 mil.
“Ya hay un imputado en esta causa”, señaló el ministro de esa cartera, Sergio Bergman, sin dar precisiones sobre la identidad de esa persona.
Los datos sobre las características de estos animales impresionan, por la cantidad y por el tamaño. Pero, “pese a su temible aspecto, esas serpientes no representaban peligro” para los vecinos, aclaró Santiago D’Alessio, director de Fauna Silvestre y Con- servación de la Biodiversidad.
Durante el operativo, los agentes hallaron también unos 19 huevos de especies exóticas e investigaban si el lugar también funcionaba como criadero.
Las serpientes estaban encerradas en cajas transparentes identificadas con etiquetas en las que se especificaba su tamaño, su peso y otras características.
“Las redes de tráfico de animales son polivalentes. Sabemos que las iban a comercializar pero no pudimos establecer con qué fines”, agregó Bergman. También se desconocía hasta anoche, al cierre de esta edición, de dónde venían las serpientes, pero las fuentes sí pudieron asegurar que algunas eran pitones bola y otras, boas esmeraldas.
Expertos explicaron que la boa esmeralda no es venenosa y habita en las selvas tropicales de Sudamérica. De hasta dos metros de longitud, es verde con manchas blancas y el vientre tiende a tonos de amarillo.
En tanto, la pitón bola procede, originalmente, de África. Mide algo más de un metro de largo y su nombre obedece a que cuando se siente amenazada se enrosca sobre su propio cuerpo. Está considerado un animal poco agresivo.
Todos los ejemplares serán trasla- dados al serpentario de Instituto Malbrán de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) y los revisarán. Será “para saber si pueden ser reinsertados en su hábitat natural”, según precisó Bergman.
El tráfico ilegal de animales es una de las actividades ilícitas que más dinero mueve, después del de armas y el de drogas, coinciden fuentes oficiales y de distintas ONG que ayudan a combartirlo.
“Las redes que trafican fauna son las mismas que, en general, comercializan drogas y personas. Por eso, pedimos a la gente que denuncie cuando ve publicidades sobre cómo conseguir animales exóticos o prohibidos”, dijo Bergman.
El operativo estuvo en manos del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía e intervino el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 16, a cargo de Mariano Itaurralde. ■