Clarín

Messi mató a su bestia negra, salvó al Barcelona y le dejó señales a la Selección

Después de 8 partidos pudo hacerle un gol al Chelsea y vencer al arquero Courtois para dejar servido el pase a los cuartos de la Champions. Nota para Sampaoli: sin brillar igual fue clave.

- Daniel Lagares dlagares@clarin.com

Cuando juega Messi siempre pasa algo. Contra el Hércules o contra el Chelsea, por la Liga o la Champions, en casa o afuera. Temprano o tarde, como ayer. Puede que brille o que tenga un partido normalito, como ayer. Pero siempre hay que esperar algo de él. Y algo grande, si lo ayudan. “Leo siempre nos salva” dijo Jordi Alba tras el empate rescatado en Stanford Bridge. Honestidad brutal.

Había tocado poco la pelota, no había tenido gran influencia salvo un pase a la cabeza de Paulinho y una derie de insinuacio­nes sin rédito ante la multitud de rivales que le puso Conte. Caminaba, como recomien- dan los médicos. Pero caminaba por los lugares indicados como lo hacen los que saben. Y estuvo donde tenía que estar, a la hora señalada, para capturar el pase de Iniesta después del triple error defensivo de Chelsea.: Pase horizontal dentro del área, desubicaci­ón del central, llegada tarde del lateral. Ahí estaba Iniesta, como debe estar alguien que sabe ju- gar al fútbol. Cualquier volante (incluidos cualquiera de la Selección) habría estado reculando para “buscar el equilibrio”. Iniesta atacó. Marcó arriba, ganó y le dio el pase del milagro a Messi. De primera, zurda, al primer palo: 1- 1 y a definir en el Camp Nou.

Messi jugó contra 37 equipos en la Champions y Chelsea la era la más negras de las bestias. No le marcó todavía al Rubin Kazan y ya lo enfrentó cuatro veces, tampoco al Inter en tres, al Liverpool en dos ni al Udinese la única vez que tuvo a los italianos como adversario­s. Estaba invicto en 8 encuentros ante Chelsea. En 6 el arquero fue Petr Cech y en los últimos dos fue Courtois al que tampoco vencía desde 2012. Además de los dos partidos con Chelsea, tampoco le había convertido cuando el belga atajaba en Atlético de Madrid (3 de Liga y dos de 2 de Supercopa española) ni en el partido del Mundial de 2014. Enorme valor, entonces, el gol de ayer. Y, como para alimentar leyendas, “devolución de gentilezas” a Iniesta por el “Iniestazo” de 2009 ( Ver “Este gol también....”). Y en el mismo arco.

Valverde repitió el equipo que sudó para ganarle al Eibar en la última presentaci­ón de la Liga. Es decir, Dembelé al banco y 4-4-2. “No era un partido para experiment­os” dijo el técnico tras el empate. Amagó poner a Dembelé pero justo llegó el gol de Leo y dejó todo como estaba. Bastante había luchado el equipo, lento, sin explosión pero manejando la pelota en el campo inmenso que le dejó Chelsea, apostador a una sola ficha. Conte fue más italiano que nunca. Paró a su equipo con tres atrás, otros cuatro delante (Moses, Ces, Kanté, Alonso) dos más sueltos (Wilian-Pedro) y que Hazard se arreglara solo arriba. Morata y Giroud, bien gracias, sentaditos. La reducción de espacios le salió tan bien a Conte que Courtois se aburrió y William metió dos tiros en los palos y llegó a la red con otro remate desde afuera del área. Todo estaba perdido para los catalanes hasta que llegó ese error generaliza­do de los azules, la presión de Iniesta y el latigazo de Leo.

“En esta clase de partidos hay que ser inteligent­e. Leo no podía crear muchas situacione­s de peligro estando cerca de mí y se tiró para atrás para buscar este tipo de situacione­s”, explicó, ajustadame­nte, Luis Suárez. Lo que Suárez elogia se le critica a Messi cuando lo hace en la Selección. En el Barça resulta, más allá de que ayer haya encontrado el gol, en la Selección no. ¿Por qué? Por funcionami­ento, en principio. Si Messi fue a buscar el pase de Iniesta es porque sabe que Iniesta iba a ir. Si Messi s e tira atrás es porque sabe que Alba pasará del otro lado, o que tendrá a Rakitic y a Semedo o a Sergi Roberto por derecha. Si descarga el pase es porque sabe que se la devolverán donde ya marcó el destino. Por todo eso es clave aunque no brille. Cuándo y donde, tiempo y espacio, el “secreto” que Leo conoce y el Barça usa como base conceptual de un equipo hecho. ¿Por qué no en la Selección? Porque no está hecha. ■

 ?? AP ?? Toda la locura. Messi desencajad­o tanto como Iniesta gritan el gol del empate salvador en Londres. El Barça se llevó un punto de la casa del Chelsea y saborea la clasificac­ión.
AP Toda la locura. Messi desencajad­o tanto como Iniesta gritan el gol del empate salvador en Londres. El Barça se llevó un punto de la casa del Chelsea y saborea la clasificac­ión.

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