Tres jueces pican en punta para dirigir el Boca-River más caliente en Mendoza
A pedido de D’Onofrio, se postergó para los primeros días de marzo la reunión de Elizondo con los presidentes.
Las reclamos fluyen en Núñez, donde dirigentes e hinchas de River están convencidos de que existe una conspiración azul y oro para voltear al coloso de la banda roja. También, a orillas del Riachuelo, donde directivos y fanáticos de Boca creen que su clásico rival está abriendo el paraguas para condicionar al referí de la Superfinal y perjudicar al gigante xeneize. Todos se quejan. Todos sospechan. Entonces, la elección del árbitro para el partido del 14 de marzo casi que pasó a ser una cuestión de Estado en el fútbol argentino.
Sobre todo, después del último fin de semana en el Monumental, el escenario de uno de los arbitrajes más bochornosos que se recuerden últimamente. Cómo habrá sido de lamentable la labor de Jorge Baliño que Horacio Elizondo, el responsable de los “pitos”, llamó a Rodolfo D’Onofrio para ofrecerle sus disculpas.
El ex juez mundialista es consciente de que sus subordinados están pasando por su peor momento. Lo admitió públicamente el lunes, después de cinco partidos en los que hubo errores garrafales. “Es la semana más crítica desde que asumí el cargo”, dijo Elizondo. Por eso tomó una decisión drástica para esta fecha: además de parar a Baliño y a Alejandro Mazza, el asistente que secundó al tandilenes en River-Godoy Cruz, y a Germán Delfino y Ramiro López, referís que fallaron en Racing-Lanús y Argentinos-Atlético Tucumán, prescindió del bolillero y designó a dedo.
Esa misma fórmula piensa utilizar para la final de la Supercopa que se disputará en Mendoza. Pero quiere el consenso de River y Boca. Que los presidentes de ambos clubes acepten su decisión y no puedan patalear. Y aunque intentó armar una reunión esta semana con la participación de D’Onofrio, Daniel Angelici y Claudio Tapia en la AFA, D’Onofrio le pidió a Elizondo que postergara el cónclave para los primeros días de marzo. “No es el momento, justo ahora que hay tanta polémica”, le dijo el mandamás de Udaondo y Figueroa Alcorta al Director Nacional de Arbitraje.
Elizondo tiene tres candidatos para el duelo más caliente de 2018: Patricio Loustau, Néstor Pitana y Fernando Rapallini. También quiere la aplicación del VAR (Video de Asistencia al Referí) y ubicar dos asistentes en la línea de gol como es habitual en los partidos de Champions League.
El árbitro que dirigió el partido inaugural y la final en Alemania 2006, un hito en la historia mundialista, tiene preferencia por Loustau. El hijo del Pichi, de 42 años, fue postulado por Elizondo para dirigir el Mundial de Rusia. Dirigió cuatro Superclásicos. El primero, disputado el 15 de mayo de 2011, fue el más polémico. Estaba designado Héctor Baldassi, pero tuvo que ser operado de apendicitis con urgencia. Loustau lo reemplazó. No cobró dos penales para River en la Bombonera y Boca ganó 2 a 0. Esa tarde, además, expulsó a Matías Almeyda y a Clemente Rodríguez.
Pasaron cuatro años hasta que volvió a tomar las riendas del duelo más trascendental del país. El 3 de mayo de 2015 también se impuso Boca por 2-0 en su cancha. El 6 de marzo de 2016 empataron 0 a 0 en el Monumental y el 14 de mayo del año pasado ganó River 3-1 como visitante.
Loustau pica en punta. Lo propuso Boca -también a Darío Herrera- y River, que sugirió a Rapallini, no lo ve con malos ojos. Pitana, a pesar de que es el preferido de la FIFA, reúne rechazos porque en los únicos dos partidos que dirigió perjudicó a ambos. El Pitanazo -Carlos Bianchi dixit- del 30 de marzo de 2014 es histórico. Dio un córner que no fue y River ganó 2 a 1 en la Bombonera en el último instante. El 5 de noviembre del año pasado expulsó inexplicablemente a Edwin Cardona y cortó un ataque de River que hubiera sido el empate. Acertó en la tarjeta roja para Nacho Fernández. Ese domingo se impuso Boca 2 a 1 en Núñez. Rapallini, en tanto, nunca dirigió un Superclásico.
¿Le abrirán las puertas a la tecnología? En River no convence porque tuvo una mala experiencia en la semifinal de la Copa Libertadores frente a Lanús, aunque podrí a aceptarlo. Boca quiere sí o sí la utilización del VAR. Lo considera una garantía, algo que hoy por hoy no puede ofrecer ningún árbitro argentino. ■