El otoño tiene sus días de playa
Mar del Plata, con hoteles llenos y muy buen clima.
Las imágenes que mostraban ayer los noticieros de la city porteña desierta son el perfecto contraste de lo que sucede en las localidades del sudeste boanerense este largo fin de semana, de las sierras a la costa atlántica, con público por todos lados. Algunas, como Tandil y el bosque de Cariló, con ocupación hotelera plena, y muchas con promedios elevados, en torno al 90%, como Miramar y Mar del Plata.
Sin tener números oficiales aún, los operadores de turismo comparan estos cinco días que dejó la conjunción de feriados de Semana Santa y el Día del Veterano y los Caídos en Malvinas con los días de Carnaval, que fueron récord. Más que una escapada, estos períodos son minivacaciones y para la economía de las localidades turísticas son como el rellano de una escalera, un reposo para encarar el largo invierno.
Las estimaciones indican que el impacto económico estará por encima de los registros del año anterior. Los datos precisos se podrán conocer el martes, aunque la Secretaría de Turismo bonaerense ya reveló algunas cifras para la provincia: el 35% de las 2 millones de personas que se movilizan por el país en estos días eligieron territorio boanerense, por lo que “se prevé un impacto económico de 2.420 millones de pesos”, confió la subsecretaria de la cartera turística, Martina Pikielny. El cálculo, dicen, revela un gasto promedio de $ 3.841 por persona, con transporte incluido.
A Mar del Plata llegaron tantos turistas que hay movimiento en todos los puntos de la ciudad. Mariano, propietario de las cabañas “Calma Chicha” ubicadas en la zona de la cumbre de Sierra de los Padres, contó a este diario que algunos de sus huéspedes estiraron la estadia incluso hasta el martes. “Distintos establecimientos de la sierra tienen ocupación plena. El de Semana Santa siempre es un feriado clave, pero que esta vez hayan sido cinco días fue un estímulo para muchos que vienen a descansar y a disfrutar de nuestra gastronomía”.
En el puerto, miles de personas recorrieron ayer la banquina de pesca- dores en un día con altibajos climáticos. Porque cuando se nubló estuvo fresco, como para estar de remera en la playa, y eso permitió a muchos salir a andar la ciudad. La temperatura llegó a los 23°, y para lo que que- da del fin de semana se esperan días similares, con alguna lluvia, temperaturas máximas de 23°, en ascenso hasta el martes, para cuando se pronostican 27°, aunque para entonces ya muchos habrán regresado. ■