“Creo que no debíamos haber llegado tan lejos visto como han acabado las cosas”
Vila afirma que sobredimensionó su capacidad para influir sobre el gobierno. Y no descarta la alternativa de buscar la presidencia.
-Usted era partidario de la convocatoria a elecciones. Finalmente esas elecciones se llevaron a cabo de prepo -obligadas por Rajoy y el artículo 155 de la Constitución que permitió intervenir Cataluña- y el independentismo volvió a ganar, aunque con mucha sangre derramada simbólicamente. Sigue habiendo, sin embargo, inmensas dificultades para formar un gobierno. ¿En octubre hubiera cambiado el escenario actual?
-Creo que un proceso electoral permite medir las cosas de una forma ordenada y democrática. En segundo lugar, si en octubre se hubiera confirmado el éxito de las propuestas políticas independentistas, eso hubiera forzado a salir de la inmovilidad. Después del 1 de octubre, las elecciones le hubieran dado mejor aún resultados al independentismo y esto, en mi opinión, sí que hubiera facilitado el diálogo con Madrid. -En el libro subraya sus esfuerzos para intentar que Madrid abriera las puertas a ese diálogo. Usted dice allí que ayudó al rey Felipe VI a conocer y a querer a la sociedad catalana. ¿De qué modo? ¿Tuvo contacto directo con el rey?
-Sí, sí. Ese es un pasaje muy interesante que tiene que ver con la dificultad que el rey tiene en estos momentos en Cataluña y es que no ha despertado consensos. Y yo recuerdo cómo algunos, que estábamos activos, estábamos atentos a que tuviera el afecto, el reconocimiento y las complicidades necesarias. Pensábamos que esa empatía con Cataluña se traduciría en una posición más comprensiva con esa movilización que había aquí por aquellos días, de modo que el rey pudiera ayudarnos a encauzar un poco este conflicto. Lamentablemente la percep- ción que ha quedado en Cataluña es que no ha habido ninguna intención de comprender esta situación tan extrema.
-¿Se arrepiente de algo?
-De muchas cosas. Mi libro es muy autocrítico. Creo que no debíamos haber llegado tan lejos, visto cómo han acabado las cosas, que esto se tenía que haber encausado mejor. Me equivoqué sobredimensionando mi capacidad de influencia sobre el resto de mis compañeros de gobierno.
-Usted dice que miles de ciudadanos en Cataluña no se sienten representados y alude a que usted tenía serias posibilidades de ser nombrado candidato a presidente de la Generalitat por el partido en el que usted militaba, el PDeCAT, el de Carles Puigdemoint. Su futuro hoy no parece posible dentro de los partidos independentistas, pero ¿cree que usted puede ser una eventual alternativa? ¿Una nueva fuerza política?
-El futuro no está escrito, ¿no? Pero en estos momentos lo único que puedo hacer es dar explicaciones. En lo personal, en lo político y también en lo judicial. Liberadas las variables, superada esta fase de dar explicaciones, todo es planteable. A corto plazo, me temo que debo concentrarme en explicarme, en justificarme en el ámbito político y judicial.
-¿Por qué decidió escribir un libro?
-Por una necesidad reparadora de mi propia imagen. He sido un político activo desde hace muchos años y creo, honestamente, que he tenido un reconocimiento y un afecto importante aquí, en Cataluña. Y como consecuencia de las decisiones que se tomaron en aquellas semanas y en aquellos meses, el debate aquí se ha desenfocado mucho en términos de héroes y de traidores. He escrito el libro por una necesidad de justificar mis decisiones. ■