Clarín

Listo para cruzar a Europa

- Sergio Danishewsk­y sdanishews­ky@clarin.com

Como suele ocurrir en el deporte, hay dos maneras de leer la derrota de Juan Martín Del Potro en una de las semifinale­s de Miami a manos de John Isner. Y como suele pasar, las dos ofrecen elementos atendibles.

Una, la obvia, es entender que llegó a su fin una secuencia inolvidabl­e, casi soñada, que incluyó 15 partidos invicto, los títulos de Acapulco e Indian Wells (su primer Masters 1000, nada menos) y el ascenso fulgurante en un ranking que el lunes lo seguirá mostrando en el sexto escalón. Deben anotarse en ese balance tres victorias ante top ten (Zverev, Thiem y Anderson, todas en el torneo mexicano), triunfos dramáticos en los que afloró la cabeza y el temple antes o por sobre el tenis (Ferrer, Leo Mayer, Kohlschrei­ber y Raonic) y, acaso por encima de todo eso, un triunfo memorable sobre el número 1 del mundo, el mismísimo Roger Federer, en aquella épica final en el desierto california­no.

Pero cabe otra lectura. Y consiste en dejar de mirar hacia atrás y tomar la gira de canchas duras apenas como una plataforma de lanzamient­o. Si Del Potro demostró -y se demostró a sí mismo- que está en condicione­s de pelearles y de ganarles a los mejores, acaso venga ahora el tiempo del definitivo asalto a la cima.

Así, la temporada europea de canchas lentas se ofrece como un camino seductor. No habrá demasiados puntos que defender, habrá ausencias de peso que ayudarán a despejar el camino y habrá, por sobre todo, un jugador maduro, sin secuelas de aquellas lesiones desalentad­oras, confiado y con las ganas de jugar y de ganar intactas.

Si Delpo elige leer su derrota de las dos maneras a la vez, como cierre de una etapa valiosísim­a y como inicio de otra aún más auspiciosa, acaso esté llamado a protagoniz­ar lo que viene en el circuito, con Roland Garros como último y mágico faro. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina