Clarín

Todavía cuesta pagar con débito en negocios chicos y taxis

El Gobierno exige desde ayer que todos acepten las de débito. Pero una recorrida de Clarín halló que en muchos locales sigue el “sólo efectivo”. En taxis y kioscos, bajo cumplimien­to.

- Mariano Gavira mgavira@clarin.com

Desde ayer, todos los monotribut­istas deben aceptar pagos con tarjeta de débito en todo tipo de servicios. La medida abarca a kiosqueros, taxistas, locales pequeños, puestos de ferias y profesiona­les, incluidos los que van a domicilio. Una recorrida de Clarín mostró que falta mucho para que deje de existir el car- tel de “sólo efectivo”. Muchos comerciant­es no estaban al tanto de la obligación, o creían que no los afectaba. La AFIP confirmó que comenzará a hacer inspeccion­es, y en una segunda instancia ya habrá multas de entre $ 300 y

$ 30 mil. La medida busca reducir la informalid­ad y la evasión.

-Buenas tardes, señor. ¿Acá aceptan tarjetas?

- No, no tenemos.

La respuesta en general se repite. Pese a que desde ayer hasta los monotribut­istas de las categorías más bajas pasaron a estar afectados por la obligación de aceptar pagos con tarjetas de débito, la mayoría de los comercios chicos y prestadore­s de servicios -como kioscos, puestos de feria o taxistas- aún no ofrece esa posibilida­d. Muchos dicen que ni siquiera estaban enterados de la me- dida y otros que, aunque los obliguen, buscarán la forma de seguir recibiendo sólo dinero efectivo.

Una recorrida de Clarín por distintas zonas de Capital mostró lo que les cuesta a los clientes que no tienen billetes poder comprar en los comercios. Es que en los que son más chicos es muy difícil encontrar un posnet para pagar con el plástico.

El Buenos Aires Bus, ese colectivo pensado para que los turistas recorran la ciudad, tiene una de las paradas en el Congreso de la Nación. Pero allí, por ejemplo, ninguno de los dos kioscos que están sobre la avenida Rivadavia tiene la opción de pagar con débito. “Muchos nos preguntan, pero no tenemos”, contó una empleada, y agregó: “Hace unos meses había, pero lo sacaron y algunos clientes se quejan”. Si un extranjero que está por la zona desea comprar una gaseosa con tarjeta, no puede hacerlo.

Cerca de allí, el puesto de diarios que atiende Gustavo tampoco tiene posnet: “No tenía idea de que era obligatori­o. En ese caso, voy a tener que hablarlo con mi contadora para ver cómo resolverlo. Igualmente, ¿cuántos van a comprar un diario o revista con tarjeta? Muy pocos”, se justifica.

Distinto es lo que pasa en una galería frente a Plaza de Mayo, donde en los mostradore­s se ve pegado un cartel que dice: “Acá podés usar tu tarjeta de débito”. Su dueño, Carlos Ramirez, lo muestra orgulloso: “Nosotros cumplimos”, dice y ríe.

La obligación fue decidida por la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (AFIP) buscando reglamenta­r el derecho a la devolución de parte del IVA que tienen jubilados y sectores vulnerable­s. La medida se anunció el año pasado, cuando se definió un cronograma para que los distintos comerciant­es pudieran gradualmen­te incorporar las terminales “posnet”. La última etapa terminó anteayer y por eso, a partir de ahora, ya todos deberían contar con un dispositiv­o para recibir pagos con tarjeta.

El problema es que aún falta mucho para que todos los comercios cuenten con la opción. En algunos supermerca­dos Clarín se encontró con excusas como que aparato “se rompió”. Mientras que en Costanera Sur ninguno de los carritos que venden comidas al paso (como sándwiches de bondiola, hamburgues­as, choripán, etc), regulados por el Gobierno de la Ciudad, ofrece la chan- ce de pagar con el plástico.

Cerca de ahí, en la feria que vende desde artesanías hasta ropa interior, hay algunos comerciant­es con el aparato a disposició­n, pero los feriantes creen que a ellos esta medida no los afecta: “Escuché la noticia, pero me parece que para nosotros no es”, decía un vendedor de mates, y continuaba: “De diez personas que vienen, dos preguntan si aceptamos tarjeta”. A dos puestos de distancia, Leandro Pugliese sí tiene el posnet. Vende cuadros y por eso creyó que ofrecer esa opción lo beneficiar­ía, algo que pasó:

A los taxistas nos perjudica porque nos cobran una comisión sobre el pago. Y si se corta la conexión del aparato, ¿qué hago?”. Horacio Ruiz

Taxista

“Como vendemos productos de $ 800, la gente no tiene el efectivo en la mano y esto nos mejoró. Desde que lo pusimos vendemos un 50% más”.

La AFIP le confirmó a Clarín que va a comenzar a inspeccion­ar que la medida se cumpla, aunque en un primer momento serán “visitas amigables” para recordar la obligación. Recién después se avanzaría con las multas de $ 300 a $ 30.000 que prevé la normativa” (ver En la AFIP...).

Pese a las campañas que se hicieron, entre los taxistas también es muy difícil encontrar a algunos que acepten tarjeta de débito. En una estación de servicio de la avenida Lima, había siete con sus autos mientras esperaban para cargar gas. Ninguno

tenía posnet. “Lo escuché por radio, pero a nosotros nos perjudica.

¿Quién se hace cargo de la retención que cobran por ese pago? ¿Y si al aparato no le funciona el Internet? ¿Y si estoy en centro y tengo autos atrás y tengo que esperar a cobrarle al pasajero? Yo no la veo, la verdad”, se quejaba Horacio Ruiz junto a Enrique, otro de los taxistas que piensan así. En algunos supermerca­dos chinos Clarín se encontró con excusas como que “el posnet se rompió” o “lo estamos tramitando”. En otros ponen un límite de compra en $200, algo que no está permitido.

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MARIO QUINTEROS Puro cash. En los carritos de comida de Costanera Sur, ayer, ninguno ofrecía a los clientes la posibilida­d de abonar sus compras con tarjetas de débito.
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