“¿Cuánto más se demorará el debate sobre la nueva Capital nacional?”
En nuestra Capital, permanentemente, se notifican restricciones al movimiento, al estacionamiento, a los accesos, a peajes, a obras difíciles (como el Paseo del Bajo), etc. La Ciudad de Buenos Aires es una macro ciudad. Ya ha cumplido con creces la misión por la que fue creada, hace ya bastantes años. Se gastan para su mantenimiento ingentes cantidades de dinero, sólo para mantener cierto orden. Pero no es suficiente. Nunca. Es un lugar muy pequeño, dentro del país. Energía, viviendas, educación, tránsito, y otros servicios siempre son crecientes. De nada sirven limitaciones, mayores impuestos, aumentos en peajes, etc. Siempre será la “meca de todo y para todo”. ¿Qué le espera a las próximas generaciones? ¿Construir sobre el río? ¿Mandar todo lo posible al Gran Buenos Aires, empeorando lo que ya está difícil? Mientras el interior espera pacientemente, algo de racionalidad, algo de imaginación.
Un hecho maravilloso ha sucedido recientemente: los aviones ya no tienen que hacer escala obligatoriamente en Capital. ¿Cuánto combustible, tiempo, sueldos etc, se ha gastado durante tantos años de pensar de manera centrípeta, en vez de centrífuga? Tenemos un ejemplo cercano en Brasilia, creada más o menos con igual criterio. Es un ejemplo a estudiar y aprender, sin lugar a dudas.
¿Hasta cuándo se demorará el debate sobre dónde se instalará la nueva Capital nacional? Hay que abrir el debate, no para distraer problemas presentes, sino para evitar problemas futuros. Del debate y posterior plebiscito debería salir con un cronograma real de ejecución, tomado como cuestión de Estado una ciudad moderna, de expansión planeada, que sirva para muchos años. Buenos Aires y su enorme periferia seguirán siendo el ombligo de la Argentina, pero habrá una ventana de oportunidad para que muchos argentinos dejen de ver la inmensidad del interior, no como una curiosidad, sino como un futuro promisorio. Al igual que cualquier familia o ciudad, un país debe reinventarse perpetuamente, desafiándose a un futuro mejor. Juan Carlos Maur juancarlosmaur@yahoo.com.ar