Caso Skripal: Londres dice saber dónde los rusos fabricaron el veneno
Según The Times, la identificación fue posible con ayuda de análisis científicos y del espionaje.
La saga del gas nervioso utilizado para envenenar a los Skripal en Salisbury continúa, con un contrapunto interminable entre Gran Bretaña y Rusia. Cuando Yulia Skripal se recupera y agradeció ayer a la gente de Salisbury su ayuda, los servicios de inteligencia británicos aseguran que saben dónde está “el encubierto laboratorio donde los rusos fabrican gases nerviosos”, como el que utilizaron contra Serguei, su doble agente, que continúa internado en grave estado. El proyecto era utilizarlos en asesinatos, según los servicios secretos británicos.
Esta es al menos la afirmación de una investigación del diario The Times de Londres, que afirma que el gobierno pudo identificar el Novichok utilizando análisis científicos e inteligencia inmediatamente después del ataque y su uso fue debatido en el Comité de Emergencia Cobra del gobierno.
Pero Gran Bretaña conocía la existencia de este laboratorio antes del envenenamiento del 4 de marzo y consideraron que era “altamente probable” que fuera Rusia. Una respuesta a la polémica que ha surgido entre el gobierno británico y los científicos y bacteriólogos del laboratorio de Porton Down, que se sintieron presionados y no pudieron establecer el origen o procedencia del gas nervioso. Ellos no quisieron fir- mar un documento que tajantemente lo afirmara y el gobierno debió encontrar una fórmula diplomática: “De un tipo desarrollado en Rusia”, tal como figura en el documento de la Unión Europea.
Cuando Rusia ha convocado al Consejo de Seguridad para debatir las acusaciones británicas tras perder su votación en la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para iniciar una nueva investigación sobre el caso, el embajador ruso en Londres Alexander Yakovenko dio ayer una conferencia de prensa. Dijo que “la mayoría de la comunidad mundial” no apoya a Gran Bretaña, la OTAN y la Unión Europea en acusar a su país por el envenenamiento. África, América Latina y Asia quieren ver “la evidencia”.
“Rusia no va a apoyar las conclu- siones del OPAQ sobre Salisbury”, declaró el embajador ruso. Y solo lo hará si otros países están involucrados en la investigación. “En cuanto a los resultados vamos a aceptarlos. Pero estos resultados deben ser confirmados por la comunidad internacional. Queremos ver quiénes son los expertos. Por el momento no sabemos quienes son. La última vez, en Siria, el equipo estaba liderado por los británicos. Eso fue un real problema para nosotros. Queremos un equipo internacional”, sostuvo el diplomático. ”Nosotros queremos transparencia y una presencia internacional en esta llamada 'investigación'. Pero estaremos felices de tener otros países, no solo de OTAN, sino de India, China, América Latina, África. Hacerlo transparente, no miembros de una unión”, intimó.
Pero las reglas de la OPAQ no revelan las identidades de sus equipos a los gobiernos ni los laboratorios donde se llevan adelante las investigaciones.
Cuando Yulia Skripal mostró signos de mejoría, agradeció a los que la ayudaron durante el incidente y admitió que estaba mareada, el embajador ruso en Londres reclamó acceso a ella, que hasta ahora ha sido negado por las autoridades británicas. Pero admitió que tanto ella como su padre pueden regresar a Rusia sin dificultades. “Rusia no tiene problemas con él”, dijo.
Victoria Skripal, prima de Yulia, ha pedido una visa para visitarla y Yakovenko admitió que no son ellos quien han esponsoreado su visita sino la BBC, quien llenó los formularios para su visa. ■