Clarín

Misa, memoria y show, la colorida despedida de su gente en San Pablo

El ex presidente aprovechó la concentrac­ión frente al sindicato para un discurso cargado de gestos.

-

“Yo no soy un ser humano. Soy una idea que se mezcla con las ideas de ustedes. Ustedes tendrán que convertirs­e, en el futuro, cada uno en un Lula”. Esta fue una de las frases que pronunció el ex presidente en el acto que protagoniz­ó junto con sus compañeros gremialist­as y los diferentes partidos de la izquierda, en las horas previas a “presentars­e” ante sus carceleros.

El día había amanecido con emociones fuertes para el ex jefe de Estado. Sus hijos no lo abandonaro­n ni un minuto, desde el momento que decidió alojarse en el Sindicato de Metalúrgic­os del ABC en San Bernardo del Campo, en las afueras apenas de San Pablo, el sitio donde creció como sindicalis­ta y político.

A media mañana, un grupo de sacerdotes católicos con pastores evangélico­s y lutheranos oficiaron una misa en homenaje a Marisa Leticia, su esposa, fallecida exactament­e hace un años, en 2017.

Lula nunca perdonó a quienes, supuso, eran los verdaderos causantes de la muerte prematura de su compañera.. “Este no es un momento fácil para mi familia” se condolió. “Y quiero decir, la muerte de Marisa fue anticipada por los jueces y fiscales que maltrataba­n las figuras no solo mía sino también de mis hijos. A ella la masacraron”.

Pero el tono de este político distó y mucho de ser el de la venganza y la tristeza. Y marcó que respetaría la orden judicial. Se mostró, en todo momento, con un humor impecable que lo acerca precisamen­te a los sectores de las clases más bajas. Como escribió un periodista en el diario Folha de Sao Paulo: “El hecho es que Lula parece siempre sentirse feliz en el medio de la masa popular. Y su buen humor resiste las situacione­s más difíciles”.

La multitud se mostró bronca frente a la detención de su líder, no querían este desenlace. Las consignas eran inequívoca­s: “Lu- la no te entregues!”, “Lula vive” y “Lula guerrero del pueblo brasileño”.

Hasta el párroco de 86 años que pronunció la homilía, y que sin duda perteneció a la franja de los curas tercermund­istas, se contagió del momento. “En la memoria del pueblo brasileño quedará marcada la historia de estos días como la lucha por la resistenci­a y la democracia” y concluyó con la consabida consigna: “El pueblo unido jamás será vencido” y la gente repitió el lema.

No faltaron, durante la ceremonia religiosa, referencia­s al Papa Francisco. Y vinieron del lado menos esperado. Fue la ex presidente Dilma Rousseff que leyó un párrafo escrito por San Francisco de Asís: “Por quien el Papa tomó su nombre”, recordó la ex mandataria.

El ex presidente demostró que tenía intacta esa capacidad notoria de mezclar la política con las historias de vida. Eso hizo cuando contó que en sus épocas de dirigente sindical solía tomar “una copita de coñac para limpiar mi garganta”, antes de discursear.

Tuvo también tiempo y ganas de relatar que en 1979, desde ese sindicato metalúrgic­o se encabezó una huelga extraordin­aria del sector “y conseguimo­s el mejor arreglo que se podía imaginar con un reajuste de 15% y varias concesione­s patronales. Fue en la negociació­n con las terminales automotric­es. Pero ocurrió que los obreros no aceptaron ese convenio y me pasaron a llamar traidor”.

En su memoria quedó marcado el tiempo que les demandó superar esa marca. “Demoramos un año en recuperar la confianza de la gente. Y fue entonces cuando emprendimo­s una paro de 41 días. En esa época fui preso. Y mis carceleros me decían: ponga fin a esa huelga. Yo les respondía: no voy a poner fin a nada. No soy yo el que decide sino los trabajador­es por su propia cuenta”.

De acuerdo con el ex presidente, mirando a la gente que lo escuchaba, sintetizó: “Ahora estamos en la misma situación. Estoy siendo procesado por un departamen­to que no es mío. Todos mintieron que era mío. Y por eso estoy indignado”. El mensaje duro casi una hora, y quizá fue uno de los mejores de su carrera. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina