Un hombre con problemas psiquiátricos arrolló y mató a dos personas en Alemania
En la ciudad de Münster. El atacante, de origen alemán y sin antecedentes, se suicidó de un disparo.
Un desequilibrado mental alemán mató ayer a dos personas y dejó decenas de heridas cuando irrumpió al volante de una camioneta en una plaza atestado de gente que disfrutaba del inicio de la primavera en la ciudad alemana de Münster, en el noroeste del país. El atacante se suicidó pegándose un tiro en la cabeza.
La Policía registró dos víctimas mortales y más de 20 heridos, aunque el diario Rheinische Post subió el balance de heridos hasta los 30. Seis se encuentran en grave estado. El atacante sería la tercera víctima mortal.
La prensa alemana contaba anoche que la Policía había identificado al agresor como Jens R., un hombre de origen alemán, nacido en 1969, sin antecedentes criminales pero que tenía problemas mentales. Los agentes registraron anoche su domicilio en busca de pruebas del ataque o de la posible presencia de armas o explosivos.
La televisión pública alemana ‘ ZDF’ contaba que el hombre ya había intentado suicidarse en el pasa- do. Según esa información, el Jens R había prometido hace poco que se suicidaría y que quería que ese hecho lo conociera la mayor cantidad de gente posible.
El ataque causó alarma en todo el país porque fue similar a los perpetrados por terroristas islamistas en otras ciudades europeas en los últimos años, pero la Policía alemana evitó en todo momento hablar de atentado terrorista. Las autoridades regionales aseguraron anoche que no tenían ningún indicio de que el ataque tuviera vínculo alguno con el terrorismo islamista.
Eran las 15.30 de una tarde soleada, la primera con buenas temperaturas en el norte de Europa tras un duro invierno, cuando el vehículo se lanzó contras concurridas terrazas de una cafetería y un restaurante en el centro de Münster, una localidad de 300.000 habitantes situada en el land de Renania del Norte Westfalia, al noroeste de Alemania.
Según la prensa local, el restaurante atacado es uno especialmente popular, el ‘Kiepenkerl’, en el que se reúnen ciudadanos locales y numerosos turistas. Un mesero de la cafetería atacada contó al canal ‘N-TV’: “Oímos un fuerte ruido y gritos, enseguida llegaron los policías, había mucha gente que gritaba. Estoy enfadado, es completamente cobarde hacer una cosa así”.
El diario Bild contaba anoche que el cuerpo del atacante pasó varias horas en el interior de la camioneta a la espera de que los especialistas revisaran que el vehículo no llevaba ninguna bomba escondida.
Poco después del ataque la Policía pidió a través de las redes sociales y de los medios de comunicación que la población se resguardara en sus casas y no acudiera al centro de la ciudad. Agentes fuertemente armados organizaron un dispositivo en las inmediaciones del lugar del ataque buscando posibles explosivos.
El despliegue policial incluyó bomberos y ambulancias. Varios helicópteros policiales sobrevolaron durante horas la zona del incidente, pero no encontraron nada sospechoso.
Los ataques con vehículos se han repetido en los últimos años en Europa. Los más resonantes fueron los de Barcelona, Niza, Londres y Berlín. En todos estos casos fueron perpetrados por terroristas islamistas.
Alemania quedó muy sensibilizada tras el ataque ocurrido en Berlín, en diciembre de 2016, cuando un camión arrasó el mercado de Navidad y dejó 12 víctimas mortales en un ataque que fue reivindicado días después por el grupo yihadista ISIS. Su autor, un tunecino identificado como Anis Amri, fue abatido por la Policía italiana tres días después en la principal estación de trenes de Milán.
La proximidad de Münster a la frontera holandesa hizo que el gobierno de los Países Bajos organizara controles en los pasos fronterizos con Alemania. La Policía holandesa no quiso aclarar, según un cable de la agencia AFP, si los controles se hicieron a petición de Alemania en el supuesto de que la Policía germana buscara a más sospechosos del ataque o si se organizaron por temor a que fuera un ataque islamista perpetrado por un comando que pudiera haber decidido huir hacia territorio holandés.
“No debemos exagerar lo que ha pasado pero Münster está a una hora por carretera, muy cerca del este de los Países Bajos”, dijo un vocero de la Policía holandesa. ■