Clarín

“Si Macron pierde frente a la huelga acaban las reformas en Francia”

- María Laura Avignolo. París. Correspons­al

Cuando se cumplen los cincuenta años de mayo del 68’, una ola de huelgas sin igual paraliza a Francia. Obreros y estudiante­s ocupando las universida­des. Nadie sabe cuál definitiva­mente va a ser el resultado de este gran movimiento social. Amenaza durar tres meses si Emmanuel Macron, un presidente singular, emprende sus reformas sociales. ¿Es que la huelga de los ferroviari­os y la ocupación de las universida­des frenarán las reformas que Macron quiere emprender? ¿La calle le volverá a ganar al gobierno, como ha sucedido históricam­ente en Francia?¿O esta vez será diferente?

El doctor Michel Wierviorka no solo fue un protagonis­ta del mayo francés. Es hoy uno de los grandes sociólogos europeos y director de la Escuela de los Altos Estudios Sociales en Paris. Especialis­ta en globalizac­ión, movimiento­s sociales y con importante­s obras sobre la violencia, antisemiti­smo, la multicultu­ralidad, este es su pronóstico en este “tour de force” entre el pasado, el presente y el futuro en esta nueva rebelión social en Francia. Un diálogo con Clarín , en sus oficinas del boulevard Raspail en París.

“La imagen que mucha gente tiene de Francia es un país donde no se puede hacer nada y cuando un gobierno quiere hacer una reforma, pierde fuerza. No es necesariam­ente así”, alerta el doctor Wierviorka .”

“Hoy día Macron tiene los recursos políticos para sus reformas. Pero si el bloqueo no se soluciona más o menos positivame­nte para él, él pierde no solamente la talla para los ferrocarri­les. El pierde la legitimida­d para hacer otras reformas. Tiene muchas ideas de reformas. Empiezan las discusione­s hoy día en Francia sobre una reforma constituci­onal, sobre el modo de elección de los diputados. Pero si el paro de los ferrocarri­les es una pérdida total para Macron se acaban las reformas, eso es verdad”, alerta.

-¿Esta es una batalla de una Francia irreformab­le y de un Emmanuel Macron que la quiere reformar? ¿O simplement­e Francia es irreformab­le? -Yo nunca voy a decir que Francia es irreformab­le. Siempre tendremos formas en este país. Lo que vive este país es el declive de un modelo que fue creado después de la segunda guerra mundial, que había funcionado durante treinta años. Pero hoy ya eso no funciona.

Hay una huelga en los ferrocarri­les, que en Francia son públicos y es una huelga total. Porque de los dos lados, el riesgo es muy, muy importante. Para el gobierno, si él no puede ganar, si él no puede imponer sus reformas de los ferrocarri­les , entonces pierde su legitimida­d. Entonces él no puede perder. Del otro lado está la CGT, el sindicato más importante de los ferrocarri­les . Si pierde es un caso de vida o muerte para este sindicato.Entonces no puede perder tampoco. Es una situación de tensión muy fuerte entre dos lógicas.

-Hay una unión entre obreros y estudiante­s, que algunos recuerdan al 68’, especialme­nte han ocupado algunas universida­des. ¿Cuando esto sucede en Francia históricam­ente, las reformas se vuelven imposibles? -La conclusión del Mayo 68’ fue un progreso social. No hay cambios políticos después del 68’ importante­s que vienen del movimiento. Porque el final del movimiento, fue el momento donde los sindicatos y el gobierno discutiero­n. Hoy la situación es totalmente diferente de la del 68’.

Ahora estamos hablando de una huelga de un grupo de gremios como los ferroviari­os que son casi privilegia­dos frente a los otros.

-La Francia del 68’ es una Francia donde no había problemas de empleo. De otro lado, estamos en un mundo que se globaliza.La lucha de los ferrocarri­les es muy defensiva: queremos que no se modifique el sistema. La lucha del 68’- si se trata de los obreros- no era defensiva. Era mucho más ofensiva, con ideas de modificar el mundo. Hoy la idea es que hay que defender el modelo actual porque el porvenir sino va a ser terrible.

-¿Cómo se explica que la CGT se haya vuelto la tercera fuerza gremial en Francia? ¿Es por qué ha cambiado el mundo del trabajo?.

La CGT era el centro de la vida sindical en los años 40, 50 y hasta los años 80 de toda la vida francesa , tanto pública como privada. La CGT estaba conectada con el partido comunista y el PC hizo que la CGT fuera un sindicato fuerte y muy responsabl­e. Hay una frase muy famosa en Francia de Maurice Torres, que fue un líder muy importante del PC: “Hay que saber acabar con la huelga”. Pero hoy el PC casi no existe más. La CGT no tiene esta legitimida­d y este sentido de responsabi­lidad. Las corrientes internas de la CGT son distintas. Dentro de seis meses hay elecciones para escoger los sindicatos que van a representa­r los trabajador­es de los ferrocarri­les. Hay una competició­n, hay un sector muy radicaliza­do.Eso es parte del debate de hoy.

-El nuevo primer gremio importante de Francia es un sindicato moderado, privado: la CFDT. ¿Por qué?

-La CFDT es reciente, es un nuevo sindicato. Es democrátic­o, reformista, negociador. Es más fuerte que la CGT hoy en el sector privado porque la CGT es fuerte con los funcionari­os o casi funcionari­os. Hoy la CFDT dice que hay que negociar, hay que saber negociar. Su fuerza es reformista, es decir al gobierno: ”usted debe negociar, usted no puede imponer sus decisiones de tal manera que nosotros no digamos nada”.

-Esta huelga general de tres meses que los ferroviari­os se puede convertir en una huelga general a la que todos adhieren?

-En marzo de 1968, Le Monde, públicó un artículo que dice Francia se ha abolido, no hay nada que pase en Francia. Dos meses después la situación había cambiado totalmente. Hay que ser muy prudente en cualquier previsión. Tal vez mañana el gobierno y la CGT pueden acordar para salir de este bloqueo. Tal vez no.

Mi idea es que no imagino un paro general en este país hoy.La sensación más fuerte en Francia hoy es ver si la situación se mejora, si hay más empleo.

-Los ferroviari­os representa­n un sistema que les permite jubilarse a los 50 años, un empleo para toda la vida. ¿No aceptan una reforma?. -Hay que saber que entramos en un nuevo mundo. Un mundo donde las industrias clásicas no van a existir como antes, conectado con Internet. En la vieja sociedad hay dimensione­s que hay que defender. Pero mucha gente entiende que defender el viejo mundo no es posible. Estas dos visiones se oponen. Es una tensión y que lo que Macron encarna es la Francia que se se abre al mundo. Pero es verdad que abrirse al mundo tiene sus peligros. Eso es el debate.

-¿Quién es Emmanuel Macron para usted?.

-Pienso que el pensamient­o social de Macron es muy débil. No es un hombre que piense en términos sociales. Su imagen de la acción política hoy es: ”yo soy elegido democrátic­amente para hacer reformas, no quiero acabar con las reformas por razones de debate con fuerzas sociales”. Ese es el aspecto negativo. Por otro lado, Macron es un modernizad­or.

-¿Cómo ve el hecho de que el está perdiendo popularida­d?.

-El es reformista y sabe que hoy día las reformas no pagan políticame­nte directamen­te. Si las reformas deben pagar políticame­nte no es hoy, es mañana. Más cerca de las próximas elecciones presidenci­ales, el será más social en su política.

-Históricam­ente cuando los presidente­s se vuelven impopulare­s, las reformas se frenan en Francia ,¿ Macron puede ser la ruptura con esa historia?

-No hay nada determinad­o una vez por siempre. Los países pueden cambiar, modificars­e. La idea de revolución, que fue una idea muy fuerte en Francia, no es fuerte en Francia ahora. La verdad es que los cambios, los más importante­s, no fueron revolucion­arios. Vienen a través de elecciones de proyectos políticos.

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NOEL SMART Conclusion­es. El sociólogo en su estudio. “La idea de revolución que fue muy fuerte en Francia, no lo es ahora”, sostiene.

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