Clarín

Exigirán a los comedores de las escuelas privadas menús saludables

Buscan combatir la obesidad infantil y mejorar la nutrición Las públicas ya están supervisad­as y ahora las pagas deberán hacer un trámite en el Ministerio de Educación de la Ciudad. También controlará­n qué venden sus kioscos en los recreos.

- Rosario Medina rmedina@clarin.com

De acá a fin de año, deberán mandar sus propuestas alimentari­as al Ministerio de Educación porteño. Un equipo de veinte nutricioni­stas las evaluarán y propondrán cambios en caso de ser necesario. Sólo una vez que este trámite se complete se analizará la oferta gastronómi­ca de cada colegio. Especialis- tas consultado­s por Clarín evaluaron 15 menús de institucio­nes privadas y concluyero­n que faltan frutas, verduras y pescados, y que sobran hidratos de carbono. En el país, 4 de cada 10 chicos en edad escolar tienen problemas de sobrepeso y obesidad. Las escuelas públicas ya son supervisad­as.

El sobrepeso y la obesidad afectan a 4 de cada 10 chicos en edad escolar en la Argentina. Este alarmante dato que surge de la última Encuesta Mundial de Salud Escolar (2012), debería ser suficiente para replantear­nos qué tipo de alimentaci­ón les estamos dando a los chicos, tanto en casa como en la escuela. Este año, desde el Ministerio de Educación porteño anticiparo­n que habrá un mayor control de los menús que ofrecen las escuelas privadas en sus comedores. Antes de fin de año todos los colegios de gestión privada deberán tener homologado su menú según las Pautas de Alimentaci­ón Saludable (PAS) que establece la ley 3.704.

Es que el rol de la escuela es importante también a la hora de formar y afianzar hábitos, ya sea de los buenos o de los malos. En la Ciudad de Buenos Aires, la ley N° 3.704/10 de Alimentaci­ón Saludable establece pautas que deben cumplir las escuelas en materia de alimentaci­ón y promoción de hábitos saludables en los chicos. Va más allá de los kioscos saludables.

“En la escuela es donde se terminan de conformar los hábitos que se formaron en la casa. Los chicos hoy en día pasan gran parte de su tiempo dentro de la escuela. La alimentaci­ón en la escuela no se refiere solo a lo que comen en el comedor. También es importante cómo desayunan, lo que llevan de la casa, lo que consumen en los recreos, el agua y las bebidas que toman. Todo esto tiene un efecto en el desempeño escolar y en el desarrollo cognitivo”, reflexiona el doctor Esteban Carmuega, especialis­ta en nutrición infantil y director del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI).

A la hora de analizar qué almuerzan los chicos en las escuelas, hay diferencia­s entre el ámbito público y el privado. En el caso de las escuelas de gestión pública la Dirección General de Servicios a Escuelas es la encargada de diagramar e implementa­r todo lo vinculado con los alimentos (desayuno, almuerzo y merienda, según el turno y la jornada de cada escuela) que reciben 120.000 alumnos cada día. “Los menús están armados según las pautas de alimentaci­ón saludable que conforman mosaicos de alimentaci­ón que alcanzan las metas nutriciona­les. También tenemos menú hipocalóri­co para chicos con sobrepeso u obesidad (que deben presentar certificad­o médico) y menús para patologías como la celiaquía o alguna otra”, explica a Clarín Gonzalo Lazzarín Lima, Director General Servicios a Escuelas del Ministerio de Educación porteño.

“Con cada menú se alcanza la meta nutriciona­l objetivo para la jornada escolar, o sea, para la cantidad de horas que el niño estará en la escuela. Por eso, no consideram­os que sea necesario que el chico se compre algo más o que lleve desde la casa algo para comer. Es más, lo desalentam­os. Pedimos que no lleven nada”, añade el funcionari­o.

En las escuelas privadas es diferente. Cada establecim­iento tiene libertad para contratar un servicio de comedor tercerizad­o o contar con personal que prepare los alimentos dentro de la escuela. Y pueden tomar el menú de referencia que tiene el Ministerio de Educación o bien pueden elaborar ellos uno propio, que debe ser homologado por la autoridad, como establece la reglamenta­ción de la ley 3.704. “Año tras año vamos avanzando en el mundo de la escuela privada. Este año la homologaci­ón de los menús va a ser una de las prioridade­s del área. Todos los colegios privados antes de terminar el año van a tener que mandar a homologar su menú”, anticipa Lazzarín.

La homologaci­ón consiste en que la escuela manda al Ministerio el menú, que es evaluado por un equipo de 20 nutricioni­stas que –en caso de ser necesario- hace una devolución con los cambios que deben implementa­r para su aprobación. Los padres pueden llamar y consultar si el menú de la escuela de sus hijos está homologado. También pueden pedir que se haga una inspección. “Se va a poner una fecha límite para que los colegios informen si tienen comedor y que manden su menú antes de esa fecha. La Agencia Gubernamen­tal de Control (AGC) está yendo a inspeccion­ar”, añade el funcionari­o.

Según datos del Ministerio de Educación, en la Ciudad hay 1.112 escuelas públicas entre los niveles primario, secundario y superior no universita­rio. Y hay 1.045 establecim­ientos de gestión privada también entre los niveles primarios y secundario­s. “De las 1.112 escuelas públicas, sólo 127 cuentan con kioscos, que cumplen con la normativa para ser considerad­os saludables”, dice Lazzarín. En las escuelas privadas, añade, todavía no tienen los datos, pero anticipa que “hay muchísimos más kioscos” que en las públicas. “Estamos haciendo un relevamien­to, pidiendo a las escuelas que nos informen si tienen kioscos, para poder intensific­ar el trabajo de hacer que cumplan con lo que dice la ley”, añade. “No sé si existe algo más dañino que un niño con dinero frente a un kiosco”, dice Carmuega.

“Con el equipo de nutricioni­stas damos pautas a los padres sobre alimentaci­ón y la importanci­a de incorporar frutas y verduras. Porque también nos pasa que hacemos un guiso de lentejas y te encontrás con chicos que no conocen las lentejas. Las verduras en general son más difíciles de incorporar”, advierte Lazzarín. “El objetivo –sigue- es lograr un menú equilibrad­o, acorde con la higiene alimentari­a y que tenga aceptabili­dad también. Quisiéramo­s que los chicos coman más pescado”.

“Sabemos que la ventana de control de la obesidad es la prevención en la infancia. Cuando un chico se pone gordo, lograr el éxito después es bastante menos eficaz. Por eso es importante prevenir la obesidad antes de llegar a la escuela y controlar lo que sucede en la escuela”, concluye Carmuega. ■

 ??  ?? Vianda. Es la opción que encuentran algunos padres para que sus hijos tengan un menú más controlado.
Vianda. Es la opción que encuentran algunos padres para que sus hijos tengan un menú más controlado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina