Las encuestas, los legisladores y el antecedente de Aníbal Ibarra
Choque de fuerzas. No siempre la opinión de la gente coincide con los votos de los parlamentarios. En el comienzo del debate, el aborto parece ser uno de esos casos.
Dos nuevas encuestas sobre la despenalización (o no) del aborto confirman una tendencia, a horas de que arranque el debate en el Congreso (ver página 3): la mayoría de la gente se manifiesta hasta ahora a favor de la interrupción legal del embarazo.
A principios de marzo, Clarín publicó en exclusiva una medición de Management & Fit. Un sondeo de 900 casos en Ciudad y Gran Buenos Aires. Un 57,7% de los consultados se mostraba ya entonces “de acuerdo” con “el pedido de aborto legal”, contra un 31,8% que “no está de acuerdo”.
Dos semanas después, se habían sumado otra cinco encuestas. Tres nacionales (consultora Synopsis, 1.485 casos; Amnistía Internacional, 1.561 casos; Gustavo Córdoba & Asociados, 1.200 casos), uno en provincia de Buenos Aires ( Circuitos, 828 casos); y otro en Capital y GBA ( Grupo de Opinión Pública, 500 casos). En todas, como en la de Management & Fit, prevalecieron los que están a favor de la despenalización.
Ahora, Clarín accedió a otros dos estudios de universidades. Uno de la de Tres de Febrero y otro de la San Andrés. Y ambos confirman la tendencia.
El de la Universidad de San Andrés se basó en 1.001 casos a nivel nacional. Un 30% dijo estar “muy de acuerdo” con la despenalización y un 21% “algo de acuerdo”. En cambio, un 31% se manifestó “muy en desacuerdo” y un 12% “algo en desacuerdo”. De to- dos los sondeos que se conocieron hasta el momento, fue el de opiniones más divididas.
Cuando se hacieron los recortes, en este caso están más a favor de la despenalización las mujeres (en otros predominan los hombres), los de mayor poder adquisitivo, los porteños y los más opositores al Gobierno. Curiosidades de la política: fue el presidente Macri quien habilitó el debate y su más ferviente opositora, Cristina Kirchner, se mostró hasta ahora en contra de la despenalización.
En cuanto al trabajo de la Universidad de Tres de Febrero, se basó en 665 casos en Ciudad y Gran Buenos Aires. ¿El número general? Un 62% cree que el aborto debería ser “legal” y un 20%, “ilegal”.
Otras opiniones de este trabajo:
• Para un 54% la decisión de interrumpir voluntariamente un embarazo en el primer trimestre de gesta- ción “es un derecho de la mujer”.
• A mayor nivel de estudios, más de acuerdo se mostraron con la despenalización (83% de los terciarios contra 54% de los que sólo completaron la primaria).
• Un 72% está en “desacuerdo” con “condenar y enviar a la cárcel” a quienes practican un aborto.
Otro punto interesante de este estudio es la evolución de la opinión pública en los últimos años. Compararon los resultados de su sondeo reciente con otro de 2004. Entonces, sólo el 31% de manifestaba a favor de legalizar. Justo la mitad que ahora.
Pese a esta coincidencia inicial de las encuestas, el primero poroteo de votos en el Congreso pone a los antiabortistas en ventaja. En la Cámara baja las opiniones están más divididas: según un detallado relevamiento que hizo este diario semanas atrás, 102 se oponen a la despenalización y 94 están a favor. El resto se reparte entre los que están indecisos o no quisieron revelar su voto.
En el Senado, la diferencia es aún mayor. El detalle nominal de fuerzas es inferior: entre otras razones porque hasta que eventualmente el proyecto por el aborto no desembarque en esta cámara, muchos prefieren evitar polémicas anticipando su opinión. Pero es una cámara históricamente más conservadora.
En el bloque K se da una particularidad. Seis senadoras y el jefe de bancada, Marcelo Fuentes, estarían a favor, a tono con el grueso de su militancia. Cristina, como presidenta, se manifestó en contra. Pero ahora mantiene un llamativo silencio.
Esta disparidad entre “la calle” y “las bancas”, recuerdan algunos políticos, sobre todo porteños, fue la que condenó al jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra. Ya suspendido por la tragedia de Cromañón y con el proceso de destitución lanzado, el ex fiscal se jactaba del resultado de encuestas de opinión donde los vecinos avalaban su continuidad. Incluso, un par de meses antes de su salida (en marzo de 2006), más de 15.000 personas marcharon para apoyarlo. Sin embargo, su suerte estaba echada: en la Legislatura sólo le quedaban un par de diputados fieles. Y en el recinto votan los parlamentarios. Digan lo que digan las encuestas. ■