Pity Alvarez “plantó” al público en Tucumán y hubo graves incidentes
El músico llegó 6 horas después de lo previsto. Cientos de fans atacaron al staff del show. Hubo robos y destrozos.
El sábado a la noche todo pintaba para fiesta en el club Argentinos del Norte, de Tucumán, donde volvería al escenario Viejas Locas con su líder, Pity Alvarez, como principal figura. Pero el recital, previsto para las 23, nunca se hizo porque el cantante no llegaba y lo que se insinuaba como "una velada rockera" terminó con incidentes graves. El público, que lo esperó más de seis horas bajo la lluvia, reaccionó violentamente incendiando parte del escenario, agrediendo al personal de seguridad y técnico, destrozando instrumentos y robándose otros.
"La gente, fuera de sí, tomó el escenario e hicieron destrozos, incendiaron una parte y el staff de la banda se jugó la vida para intentar salvar el equipo técnico y los instrumentos, que valen millones. Nos podrían haber matado a todos". Quien habla -desde un micro que regresa de Tucumán- es una persona allegada a Pity, que pidió anonimato, aunque dejó entrever que necesita dar a conocer la verdad de lo que pasó.
"El escenario era tierra de nadie, era un descontrol, invadido por un público incontrolable, y nosotros allí en el medio, a merced de que nos maten. Imaginate, el control local casi que no existía y Viejas Locas sólo tiene 25 personas afectadas a la seguridad ante cientos de fans que eran capaces de todo". Desencajada, la mujer no sale de su estupor. "Nos salvamos de milagro, los de seguridad nos hicieron escapar por un pasillo saltando una empalizada altísima".
Intentando encontrar racionalidad donde no la hay, buscando medir sus palabras, sólo predominan el dolor y la impotencia. Pero también la bronca: "Lo que hizo no tiene perdón, se cagó en todos nosotros. (Hace una pausa). Perdón el exabrupto, pero casi no la contamos".
Las puertas del predio del club tucumano se abrieron a las 18 del sábado y allí unos diez mil espectadores - que pagaron $ 800 la entrada- cubrieron las instalaciones. Se respiraba ansiedad y expectativas por ver a la banda de Lugano después de casi dos años de inactividad.
Hasta que llegó la hora anunciada, pero no había novedades, circunstancia habitual -la impuntualidad- tratándose de un show de Pity. Sobrevino la medianoche y el nerviosismo caló hondo. Nadie explicaba nada.
Recién a la 1.30 hubo noticias pero "en diferido". A través de una pantalla grande se transmitió un video grabado con celular que empezaba así: "Chicos, tuve un gravísimo problema. Se los puedo contar en un ratito. Puedo llegar en una hora y media, estoy en Buenos Aires yéndome en un avión privado".
Exacerbada, la mujer pidió mantener su anonimato. "Yo le dediqué la vida a él, hace más de diez años que lo conozco, sé cómo es, todo el grupo de técnicos y músicos lo bancamos, lo defendimos en las peores situaciones pero hasta acá llegamos. El no dio la cara, se borró".
La bronca de la "vocera" tiene que ver con que "las cosas se podían haber evitado. Cristian (Pity) apenas llegó tenía que haber salido al escenario y hablarle al público para calmarlo, pero no, él eligió meterse en su camarín, maquillarse, tomarse su tiempo y salir cuando le pintara".
Alvarez no explicó nunca por qué llegó a Tucumán recién a las cuatro de la mañana. Músicos y staff ya estaban en la provincia norteña listos desde las 20. "Nosotros estábamos agotados, pero el enojadito era él. ¡Él! estaba ofendido, se puso loco, se calentó cuando le insistimos con que dé la cara. Una cosa insólita".
La catarsis llega entrecortada desde alguna ruta camino a Buenos Aires. "Gracias a uno de nosotros, que es grandote -remarca-, Pity salió al escenario a regañadientes”. Pensó que con su sola presencia calmaría a las fieras pero lo recibieron con insultos, abucheos y todo tipo de proyectiles. Ante la reacción irascible del público, Alvarez no estuvo en el escenario más de cinco minutos. Salió disparando y se volvió a encerrar en su camarín. "Nos duele su deslealtad, sabemos que es difícil, pero es nuestro líder. Era. No nos vamos a volver a someter a este tipo de trato". ■