Un club pide que le devuelvan un predio que le ocupó la cárcel de Villa Devoto
Es Lamadrid, que está al lado del penal. En 1963 le quitaron un sector que hoy usa el Servicio Penitenciario.
Debe ser un paisaje único en el mundo, y es bien porteño. De la vereda izquierda, la cárcel de Devoto; de la derecha, el Club Atlético General Lamadrid. De un lado los gritos de los presos; del otro, las voces de los nenes. Los separa la calle Pedro Lozano, al 4900. El 12 de marzo Horacio Rodríguez Larreta caminó esos metros. Entró a la cárcel y frente a periodistas y vecinos, anunció el histórico traslado a Marcos Paz: aclaró que en pre- dio actual se convertirá en un 65% de espacio verde. El resto, serán viviendas privadas.
La noticia generó incertidumbre en el club. De la nada, se instaló el rumor de un supuesto plano del proyecto: donde está la cancha figuraban torres. Socios e hinchas comenzaron a preguntar por la situación del club y el terreno que da a la calle Bermúdez, que antes era de Lamadrid y donde hoy funcionan talleres del Servicio Penitenciario Federal. Como ningún representante del Gobierno se acercó a hablar, el club decidió plantear la situación mediante una carta.
“Somos el único club afiliado a la AFA que no posee las escrituras de sus instalaciones”, aclara el comunicado, que también pide la regularización de las tierras: “Creemos que es un paso vital para crecer. Y además lograr la recuperación histórica del predio que da a la calle Bermúdez, cercenado por la cárcel en 1963. En ese terreno crecieron nuestros vecinos fundadores, funcionó nuestro primer buffet y practicaron deportes cientos de socios. Estamos convencidos de que la devolución de ese predio será el puntapié inicial para el desarrollo no solo del club sino de la vida social de nuestro barrio”.
“Nunca la hicimos mediática, pero hace años que acompañamos la lucha por el traslado y pedimos la recuperación del terreno de Bermúdez”, dice Edgardo Gazzolo, prosecretario de Lamadrid.
El club fue fundado en 1950 (la cár- cel se inauguró en 1927). Por la penitenciaría, las socias que disfrutaban de la pileta escuchaban groserías de todo tipo de los presos, que les gritaban desde las ventanas. A los que practicaban deportes también los molestaban: los días de sol, con espejitos les apuntaban a los ojos. Durante la Dictadura había helicópteros que aterrizaban en la cancha, de los que bajaban presos políticos. Las anécdotas son muchas, como la del preso que se enamoró del club desde la cárcel, y al salir se hizo directivo.
Según pudo saber Clarín mediante fuentes del Gobierno porteño, don- de ahora está la cárcel se construiría espacio verde y edificios de cuatro pisos. Pero no hay nada concreto sobre el sector que da a Bermúdez.
La institución cumple un rol social en la zona del “Devoto cárcel”, que nada tiene que ver con el “Devoto R”, el sector donde vivió Maradona y su familia. “Somos clase media tirando a baja, y muchos de nuestros chicos están becados”, dice Julio Seco, vocal. Entre las 11 actividades, cerca de 1.000 personas practican deportes. Además, dos colegios públicos de la zona realizan Educación Física en los gimnasios, de forma gratuita. ■