Clarín

Los gobernador­es, reacios a las cumbres de unidad del PJ

- Pablo Ibáñez pibanez@clarin.com

Los recibió en su despacho, les ofreció un ágape pero Lucía Corpacci, gobernador­a anfitriona, no se apareció en público con el clan peronista que viajó a Catamarca a montar una -otraexhibi­ción de unidad.

El recelo de Corpacci, que en la recepción privada -hasta anoche no se había difundido foto oficial del en- cuentro- habló de proponer la unidad donde el PJ esté desunido, replica la lógica que perfiló en la cumbre de Gualeguayc­hú, Entre Ríos.

A esa tenida no fue Gustavo Bordet y despertó quejas de dos ex goberna- dores entrerrian­os, Jorge Busti y Sergio Urribarri, que ubicados en las antípodas renegaron del tono político de ese encuentro. En criollo: a ningún gobernador ni jefe territoria­l le simpatiza que vengan de afuera a gestionarl­e acuerdos generales.

En esa clave, Corpacci mandó a avisar que ella no había armado el encuentro del G7, que debutó en la UMET en febrero y ayer sumó al octavo pasajero: Gustavo Menéndez, jefe del PJ bonaerense. Mandó a algunos referentes y se mostró cordial pero, a su lado, deslizaron que la cita no le aportaba demasiado: "Acá el peronismo está unido".

Del G7 participan Agustín Rossi, Felipe Solá, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Fernando "Chino" Navarro, Víctor Santa María y Daniel Arroyo. Ese scrum encarnó en febrero pasado la primera juntada panperonis­ta. En Catamarca, se agregó Menéndez, alcalde de Merlo y presidente del PJ de Buenos Aires.

Hubo otras postales. Un eje K junto a Alberto Rodríguez Saá y los Moyano se reunió en San Luis y el espacio anti K, que rechaza la unidad total, se juntó coordinado por Miguel Pichetto y Diego Bossio.

En el envión último, hubo altas y bajas: a Menéndez le pidieron que no fuera a Gualeguayc­hú si pensaba hablar de la "unidad de todos" y Sergio Massa envió algunos delegados, al igual que estuvieron referentes del randazzism­o.

Un diputado del Frente Renovador se negó a ir: Felipe Solá. "No fui porque no estoy de acuerdo porque votaron la reforma previsiona­l, después ayudaron al Gobierno con el mega DNU y también protegiero­n a (Luis) Caputo", le dijo a Clarín Solá.

"Menos mal que no fui porque el documento que emitieron me parece muy inoportuno, en algunos párrafos parece de la UCeDé", apostilló y dijo no entender la posición del eje Gualeguayc­hú de oponerse abiertamen­te a la unidad.

El desembarco del G7 en Catamarca reflejó, más allá de la voluntad de empatía, la sensibilid­ad de los jefes territoria­les que priorizan la resolución de sus acuerdos internos. La mayoría de los mandatario­s peronistas, de hecho, desdoblará las elecciones y no quieren que factores exógenos a sus provincias alternen sus acuerdos.

Catamarca tiene un valor agregado: la elección general podría ser en marzo de 2018 por lo cual la primaria local sería en diciembre.

Bordet, que tiene a sus diputados en el Bloque Justiciali­sta, blanqueó ayer su intención de ir por la reelección justo horas después de que Urribarri y Busti, cada uno a su modo, se quejen de la cumbre en Gualeguayc­hú. "Que Pichetto vaya a Río Negro a ver cuando votos tiene", apuntó Busti. “Obstaculiz­an el futuro de Bordet, puesto que dejar afuera al Kirchneris­mo de una eventual propuesta, significa perder la elección”, dijo. ■

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