Cumbre en la Rosada con Durán Barba en una jornada con la economía al rojo
Peña analizó la presión de los mercados. En el Gobierno admiten la caída de la imagen presidencial en un 4%.
No fue un viernes más en el Gobierno. El alza del dólar y de la tasa de referencia del Banco Central, que superó los valores previos al 28 de diciem- bre, y los embates por tarifas -sumadas al anuncio del paso al costado de Emilio Monzó de Diputados- alteraron algunos ánimos y, casualidad o no, las rutinas o rituales del Ejecutivo.
Es que los viernes, al igual que los miércoles, el Presidente prefiere la calma de la residencia de Olivos. Esta vez, en cambio, eligió postergar el "home office" y acudir a la Casa Rosada.
La afición a las reuniones, en el ADN del PRO, no varió. El encuentro más anunciado fue la reunión de seguimiento entre el Presidente y el ministro de Energía Juan José Aranguren, previsto para las 15. “Se hace una vez por mes y se repasan los temas del ministerio con gran parte del gabinete de Energía; nada extraordinario”, dijeron cerca del ministro. Cuando dejó Balcarce 50, Aranguren ratificó la política tarifaria. El encuentro en el Salón Norte contó con la supervisión de Gustavo Lopetegui, pero según el entorno del vicejefe de Gabinete no se habló de tarifas.
Casi al mismo tiempo que ingresó Aranguren a la Casa Rosada hizo lo propio Jaime Durán Barba, acompañado por su socio Santiago Nieto. Los asesores preferidos del Presidente se reunieron en el Salón de los Científi- cos con todo el equipo de comunicación. Además de Marcos Peña estuvieron el secretario general de Presidencia Fernando de Andreis, el vicejefe Mario Quintana, entre otros. Sin embargo, las sorpresas -además de Durán Barba y Nieto- fueron otras dos, que también viven en el extranjero. Por un lado Joaquín Mollá, cerebro publicitario del macrismo, quien desde Miami supervisa la estrategia oficial. Por el otro, y más importante aún: Roberto Zapata.
Este sociólogo español, que trabaja desde hace más de 20 años con Durán Barba, acaba de regresar de una gira por varias provincias con un nuevo focus group bajo el brazo, la brújula imprescindible de Peña para ajustar el discurso e incluso acciones de Gobierno. Ninguno de los presentes se atrevió a relatar qué decía el informe.
La próxima semana llegarán nuevos números de imagen al Gobierno, dijeron a Clarín. En privado, algunos integrantes del Gabinete con acceso a encuestas admitían una merma en la imagen presidencial, aunque menor a la publicada en medios. “Cayó cerca del 4%”, reconocieron.
Otra fuente admitió que se reformularán "los circuitos de comunicación", aunque evitó ahondar en detalles. Sobre todas las cosas, primó el hermetismo.
La jornada terminó con la reunión de coordinación, que suele ser por la mañana. Además del Presidente, la vice Gabriela Michetti, Quintana y Peña, que no se pierden ningún cónclave de este tipo, participaron el ministro de Trabajo Jorge Triaca y el Canciller Jorge Faurie. El primero repasó con el Presidente el estado de las negociaciones de algunas paritarias privadas, como la UOM y los bancarios. Triaca, además presentó un informe sobre supermercados barriales, muchos de los cuales operan en negro. Faurie, en tanto, realizó un balance de la visita del presidente de Chile Sebastián Piñera. También se refirió a las reuniones bilaterales del Presidente durante la cumbre del G20.
Peña, por fin, hizo un balance político del impacto en los mercados de la discusión por las tarifas y por el alza del dólar y reflexionó sobre la presión creciente del círculo rojo. Juzgó positivo el impacto de las tasas sobre las colocaciones de corto plazo. Siempre optimista, el ministro más poderoso juzgó como muy positiva la puesta en marcha de las licitaciones para las PPP y se refirió a las resistencias de algunos sectores, que -sostuvo- "tienen miedo al cambio". En su entorno, insistieron en que el titular del Central Federico Sturzenegger continuará corrigiendo tasas con "total independencia, cuando lo crea conveniente". ■