A pesar del pronóstico de mejora, cayó 1% el consumo en el primer trimestre
El sector de menores recursos fue el más golpeado con el 4% frente al 2% de las franjas media y alta.
El consumo masivo cerró el primer trimestre del año con una caída de 1% frente al mismo período del año pasado, según los datos que maneja la consultora Kantar Worldpanel.
Los consumidores de menores recursos fueron los que salieron más golpeados. Por nivel socioeconómico, los segmentos alto y medio tuvieron una baja de 2%, mientras que en el segmento bajo superior fue de 4%.
“Las causas de la caída son bien distintas en ambos niveles, los más altos continúan priorizando otros gastos, en especial bienes durables, y exigen cada vez más eficiencia en el consumo masivo; mientras que el nivel bajo superior continúa resi
gnando consumo por una restricción presupuestaria real, principalmente explicada por la aceleración de la inflación y el impacto del aumento en tarifas y transporte”, explicó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel, en un comunicado.
Solo dos sectores lograron crecer con respecto al año pasado: bebidas -en especial aquellas con alcohol lideradas por cervezas- y alimentos secos, en un 2 % y 1%, respectivamente. Para el resto de los rubros el resultado fue negativo.
El canal tradicional fue el ganador del trimestre: los almacenes mantienen la tendencia positiva de 2017 y los autoservicios recuperan terreno después de dos años complejos. Estos últimos crecieron de la mano de las bebidas, y una mayor frecuencia de compra de la base de la pirámide.
“Se estima que los hogares de la base están buscando extremar el control de su presupuesto, así abandonan algunas compras de mayor tamaño en canales de grandes superficies, y se vuelcan a la compra más controlada de puntos de venta de cercanía”, agregó Filipponi.
El canal mayorista, luego de tres años de crecimiento ininterrumpido, tuvo un primer trimestre negativo, perdiendo un punto de participación dentro del mercado. “En esta primera parte del año, el mayorista no logró sumar nuevos clientes, además el control extremo del presupuesto de los hogares hizo que se achique el tamaño de las compras en el canal, en especial de aquellos productos no perecederos, y fácilmente stockeables”, sostiene el informe.
En base a los datos del primer trimestre, Kantar (en conjunto con Ecolatina) elaboraron un modelo de proyección para el consumo masivo, y actualizaron el estimado para el total 2018 en función de los cambios en las expectativas macroeconómicas recientes.
El cierre de año proyectado pasó de un leve crecimiento de 0,7% a una caída de un 0,5%. “La proyección del año se vio afectada por varias causas: la inflación se aceleró en los últimos meses producto de la fuerte suba de tarifas y del tipo de cambio; las turbulencias en los mercados financieros impactando en la suba de tasas de interés que desincentivan el gasto de los hogares; y la sequía que generó fuertes pérdidas en la cosecha de soja y maíz”, puntualizó Filipponi.
El deterioro del poder adquisitivo de los consumidores como producto de la presión inflacionaria se refleja en la caída del consumo masivo que ya lleva dos años de retracción.
Un sondeo elaborado por el Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) mostró que en abril una familia tipo necesitó $1.477,77 diarios para vivir en la Capital Federal. De eso, $1.164,06 fueron destinados a servicios básicos para el hogar y $313,70 para adquirir productos de consumo masivo. ■