La alta abstención, el talón de Aquiles del triunfo chavista
El triunfo del presidente Nicolás Maduro, que le garantizó la reelección por seis años más en Venezuela, dejó un sabor amargo debido a la histórica abstención de alrededor del 54%, siempre y cuando se crea en las cifras oficiales. Organismos opositores dicen, sin embargo, que la abstención estuvo cerca del 80%. Los comicios del domingo pusieron al descubierto no sólo la creciente desconfianza de los venezolanos en el sistema electoral sino también el debilitamiento del piso político oficialista.
En las presidenciales de 2013 votó el 79,6 por ciento de la población y Maduro superó por apenas 1,5% al líder opositor Henrique Capriles. Pero este año, el grueso de las fuerzas opositoras llamaron a boicotear los comicios. Y todo indica que tuvo éxito.
“El gran perdedor es el gobierno con esta participación tan baja”, afirmó el director de la encuestadora local Delphos, Félix Seijas, al reconocer que, a pesar de todas las acciones del oficialismo para presionar a los empleados públicos y a los sectores pobres --programas de venta de alimentos subsidiados, el llamado “carnet de la patria” y los diferentes bonos entregados en los últimos mesesno tuvo un mayor éxito para movilizar a todo el electorado.
Con el colapso de la industria petrolera, corazón económico del país, sumado a la desbocada inflación de 13.776%, según estimaciones de congresistas opositores, a la cada vez más creciente escasez de alimentos y medicinas y a la severa recesión, el pa- norama económico y social para el gobierno tiende a complicarse.
Si bien el sólido respaldo que obtuvo siempre Maduro de las filas del chavismo le había garantizado la estabilidad política, con los resultados del domingo surgen dudas sobre si podrá mantener esos apoyos. El mandatario dice que logró 6,1 millones de votos, lo que representa una merma de más de un millón de sufragios en comparación con los comicios de 2013, cuando ganó con 7,5 millones. En esa oportunidad se reportó una abstención de alrededor de 20%. “Su piso político se ha movido”, dijo Seijas a The Associated Press, y agregó que los resultados revelan que las aguas internas del chavismo “no están calmadas”.
A pesar de los resultados, Maduro aseguró que el chavismo es un “bloque compacto, unido” y desestimó la posibilidad de divisiones dentro de sus filas. ■