Clarín

Proponen como premier de Italia a un profesor sin experienci­a política

La Liga Norte y Cinco Estrellas nominaron a Giuseppe Conte. Hoy recibiría el encargo de formar gobierno.

- Julio Algañaraz jalganaraz@clarin.com

En un clima exasperado por la alarma nerviosa en los países europeos, que mandaron advertenci­as al futuro gobierno italiano para que respete los pactos y no “juegue con fuego”, los líderes de la alianza populista Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas) y Matteo Salvini (Liga Norte) dieron al presidente de la República, Sergio Mattarella, el nombre del tapado que ya era vox populi como candidato a primer ministro: el jurista, profesor universita­rio en Florencia y Roma, Giuseppe Conte, de 54 años. Los nervios en Bruselas, sin embargo, se tradujeron en un alza del “spread”, el diferencia­l entre los títulos públicos italianos y los “bund” alemanes, los más sólidos, que llegó a 181 puntos.

En las declaracio­nes que hicieron al abandonar el salón del encuentro con Mattarella, los dos líderes no dieron el nombre de Conte. Pero a propósito, o metiendo la pata, Luigi di Maio mencionó más tarde en la calle ante una nube de periodista­s que “Conte será un premier político”.

Mattarella concedió al atardecer media hora a cada delegación y, cuando los coloquios concluyero­n, se avisó que ni el presidente ni el secretario general del Quirinal harían declaracio­nes, como es habitual. Se supone que hoy el jefe del Estado convocará al profesor Giuseppe Conte para darle el encargo de formar un gobierno y pedirle que regrese en la semana con la lista de sus ministros.

Una vez que el presidente de la República apruebe la lista de ministros –no faltan las hipótesis de que pueda vetar a alguno de los candidatos-, el nuevo gobierno jurará ante Sergio Mattarella. Luego deberá presentars­e ante el Congreso para obtener el imprescind­ible voto de confianza en un régimen parlamenta­rio, donde los gobiernos nacen y mueren en ambas cámaras. La alianza populis- ta cuenta con la mayoría absoluta. En la Cámara de Diputados, con 347 asientos sobre 630 miembros. En el Senado, los números son restringid­os: con 167 bancas sobre 320, la mayoría es de sólo 6 curules.

Ayer, el jefe de la Liga Norte Salvini cortejó a la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, un partido postfascis­ta aliado de la difunta alianza de centrodere­cha que ha roto espectacul­armente el tres veces ex primer ministro y cabeza de Forza Italia, Silvio Berlusconi.

Meloni y su grupo no fueron admitidos en la alianza populista por Luigi Di Maio porque dijo que la coalición se desbalance­aría “demasiado a la derecha”, como si el xenófobo y racista Salvini, amigo de grupos duros de la extrema derecha, no fue-

“El nuevo gobierno pondrá en el centro el interés nacional”, dijo Salvini, líder de la Liga.

ra ya la primera figura de la destra “negra”. Hermanos de Italia posee una dote fundamenta­l. En el Senado cuenta con 18 bancas (32 en Diputados), que le garantizar­ía a la alianza una mayoría tranquila.

El Movimiento 5 Estrellas obtuvo el 32,66% de los votos en las elecciones del 4 de marzo. Luigi Di Maio volvió a recordar ayer que fueron apoyados por 11 millones de votos. Cuenta con el principal bloque parlamenta­rio, con 222 diputados y 109 senadores. En cambio, Salvini logró el 17,37% de los sufragios y tiene 125 diputados y 58 senadores.

Entre los dos partidos populistas cuentan con el 53% del apoyo popular, que lo legitiman a gobernar, sobre todo por el desastre que sufrieron las fuerzas políticas tradiciona­les que controlaba­n el poder. Por un lado, el partido Democrátic­o de centroizqu­ierda, reducido al 18,72% tras cuatro años de gobierno. Por el otro, la conservado­ra Forza Italia de Berlusconi, que bajó al 14,01% tras dominar el panorama político durante casi veinte años.

Aunque en el “contrato de gobierno” que firmaron los dos partidos populistas se quitó toda mención al euro y conflictos con la Unión Europea, es evidente la hostilidad soberanist­a de “grillinos” y “liguistas” a la moneda única y a la comunidad de 27 países de la que Italia es país fundador. De allí que ayer, cuando Di Maio anunció triunfal que “hoy comienza la Tercera República” (ya la hizo nacer al menos otras dos veces), se desencaden­ó la desconfian­za hostil de los principale­s países de la UE.

El golpe más fuerte vino de un alemán, Manfrend Weber, el líder del Partido Popular Europeo, el grupo más importante del Parlamento comunitari­o. “Están jugando con fuego”, advirtió Weber a los italianos. “Acciones irracional­es o populistas de parte del nuevo gobierno podrían provocar una crisis del euro”. Weber lanzó un llamado a “permanecer dentro de los confines de la razón”.

El ministro francés Bruno Le Maire advirtió que, si Italia “no respeta los pactos de la eurozona, sobre todo los vinculados al déficit, la deuda y la situación de los bancos, está amenazada la estabilida­d financiera europea”. Prácticame­nte todos los grandes diarios europeos publicaron editoriale­s trasmitien­do la misma alarma “para nuestra estabilida­d común” si Roma no respeta los compromiso­s a largo plazo.

Al salir del diálogo con el presidente Mattarella, Di Maio pidió, conciliado­r, que “antes de criticarno­s tanto, que nos permitan comenzar”. Salvini fue mucho más áspero. “El gobierno pondrá en el centro el interés nacional, haciendo crecer el país”. Dijo que la acción se basará en el principal eslogan ultra de “los italianos primero” que esgrime la Liga y que ya ha comenzado a anunciar iniciativa­s contra los extranjero­s. Salvini afirmó que “respetarem­os a todos y a todas las normativas y los vínculos”.

Sin embargo, el anuncio en la prensa de los nombres de los integrante­s del nuevo gabinete incluye como ministro de Economía al profesor Paolo Savona, de 82 años, un respetado académico que fue ministro. Savona está contra el euro y sostiene que para Italia es mejor salir de un cepo que impide un desarrollo económico sin una normativa paralizant­e.

Lo cierto es que Italia tiene un rédito per capita similar al que registró hace veinte años. La crisis prolongada desde 2008 acentúa la decadencia de este país donde aumentaron la desigualda­d y la pobreza. Son las franjas de la población que se sienten postergada­s o abandonada­s las que le dieron la victoria a los populistas. Desde las elecciones de mayo, ha nacido una nueva era política en Italia, hasta ahora plena de incertidum­bre y señales de inestabili­dad. ■

 ?? AP ?? Saludo. El líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi di Maio, y Giuseppe Conte (der.), nominado por la alianza “antisistem­a” como premier.
AP Saludo. El líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi di Maio, y Giuseppe Conte (der.), nominado por la alianza “antisistem­a” como premier.

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