Reducen los trabajos exclusivos de cada profesión y hay polémica
Bajaron la cantidad de actividades reservadas a cada título. Algunos consejos profesionales se oponen.
Hasta ahora los únicos que podían hacer investigación científica en salud mental eran los psicólogos; los únicos que podían supervisar la comercialización y transporte de sustancias inorgánicas u orgánicas -y sus derivados- eran los licenciados en Química; los únicos que podían hacer pericias sobre salud eran los médicos. Estas y muchas otras actividades profesionales que hasta aho- ra eran “exclusivas” de determinadas profesiones, ya no lo serán más.
Una resolución oficial redujo en forma drástica la cantidad de “actividades reservadas”, para cada profesión que son aquellas que solo pueden ejercer quienes hayan obtenido un título determinado. Ahora quedan sólo como exclusivas aquellas que “comprometen el interés público” y“ponen en riesgo en forma directa la salud, seguridad o bienes de las personas”. El resto, afuera.
Así, de más de cuarenta actividades exclusivas que tenían algunas profesiones se pasó a cinco o seis. Y en algunos casos, como los médicos, a solo dos. La resolución abarca 37 profesiones y se aplica en todo el país. Diversos consejos profesionales ya manifestaron públicamente su oposición y se declararon en “estado de alerta”. Ven riesgos en cuanto al futuro de cada una de las actividades profesionales. Y creen que puede ser un estímulo al desarrollo de carreras cortas y más específicas.
Paulo Falcón, director de Gestión Universitaria del Ministerio de Educación, le explicó a Clarín que la resolución piensa en “un sistema más acorde con la realidad que tiene cada una de las disciplinas, en donde la interdisciplina y la transdisciplina es cada vez más una realidad profesional. Rompe con ciertas tradiciones y mira al futuro y a las demandas cambiantes del mercado laboral. Esto será debatido en el mundo académico y profesional en todo el mundo”.
La nueva norma incorpora actividades exclusivas para abogados y contadores, es decir, que por primera vez se tiene en cuenta que estas profesiones tienen interés público y pueden poner en riesgo salud, seguridad o bienes de la gente.
“La medida no afecta la vida, ni la expectativa de ningún profesional actual ni estudiante, a los que no se les modifica su actual regulación profesional”, agrega Falcón. Desde el oficialismo señalan que a esta disposición se llegó después de años debate en el sistema universitaria y que cuenta con el apoyo y el impulso del Consejo Interuniversitario Nacional
(CIN). Afirman que la resolución viene de un acuerdo firmado hace dos años por unanimidad.
Sin embargo, ya se empiezan a escuchar fuerte las voces en contra. Desde la Asociación de Psicólogos del GCABA emitieron un comunicado en el que manifiestan una “profunda preocupación” y afirman que están “articulando acciones con otros colectivos profesionales que representan a los psicólogos con el objetivo de construir una respuesta conjunta en defensa de nuestra profesión y de los alcances del título de grado”.
Claudia Borensztejn, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) le dijo a Clarín que están “en estado de alerta y preocupación” ante esta medida. “Las pericias desaparecen como exclusivas del psicólogo y del médico. ¿Qué va a pasar con eso? ¿Se van a crear carreras terciarias? ¿Va a haber especializaciones en peritaje?”, dijo Juan Pineta, también de APA, que reúne psicoanalistas y médicos.
Clarín también habló con el ingeniero Raúl Bertero, vicedecano de Ingeniería de la UBA. “La medida es innecesaria, inconsulta y afecta mucho a la profesión a futuro. Nos convocaron a hablar pero no nos escucharon. Creemos que el Ministerio de Educación se apuró, esto merece más discusión”, afirmó. ■