Clarín

Un secuestro a traición y una venganza brutal y errada, las claves del crimen de Candela

La Justicia expuso las primeras explicacio­nes sobre cómo mataron a la nena de 11 años, en 2011. Fue al indagar a dos de los nuevos acusados que tiene el caso: un narco y un policía.

- Virginia Messi vmessi@clarin.com

Como era previsible, Héctor “El Topo” Moreyra se negó a declarar ayer ante el fiscal de Morón Mario Ferrario, quien lo acusa de ser uno de los protagonis­tas principale­s del secuestro y muerte de Candela Sol Rodríguez (11). Su abogado, Sergio Doutre, tiene pensa- do que hable en la causa, pero sólo cuando pueda leer las nuevas pruebas acumuladas en el expediente. Que son muchas.

Por lo pronto, ayer “El Topo” se llevó una muestra de los avances del fiscal Ferrario, para quien el crimen de la nena fue una venganza narco contra “Juancho” Rodríguez, papá de la víctima, orquestada por el narco Miguel Ángel “Mameluco” Villalba.

Basta leer la acusación que ayer a la mañana escuchó Moreyra para entender que, por primera vez, la Justicia responde al quiénes, cómo, cuándo y por qué detrás del caso. Y también para entender la asociación entre Moreyra (buchón policial), el suboficial de la Bonaerense Sergio Chazarreta (que también se negó a declarar ayer al ser in- dagado) y el narco “Mameluco” Villalba (también citado a indagatori­a).

“En horas de la tarde, aproximada­mente a las 15.30 del día 22 de agosto del año 2011, encontránd­ose Candela Sol Rodríguez, por entonces de 11 años de edad, en la esquina de su domicilio -Caseros y Bustamante de Villa Tesei, partido de Hurlingham- fue abordada violentame­nte por tres sujetos”, arranca el relato del fiscal.

Y sigue, con todos los pormenores: “La ingresaron contra su voluntad a una camioneta marca Ford, modelo Ecosport, color negra, con la patente trasera cubierta cuyo dominio posterior pudo determinar­se, el que resultó ser FLA 198, que para ese entonces se encontraba registrada a nombre de Alicia del Carmen Cádiz, concubina del teniente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Sergio Fabián Chazarreta y sobrina de Héctor Moreyra”.

De acuerdo al planteo fiscal, en la camioneta los secuestrad­ores y la víctima (quien no se resistió porque conocía al “Topo”) llegaron hasta “la zona de cobertura de la antena La Finita, partido de San Martín, zona dentro de la cual se encontraba el domicilio del nombrado Héctor Moreyra, más precisamen­te a escasos 400 metros de dicha antena”, dice Ferrario y fija el cautiverio de Candela en esa zona hasta el día 29 de agosto.

Es entonces donde aparece Gabriel Gómez (condenado a 4 años de prisión en el juicio que se llevo a cabo el año pasado). Gómez “se apersonó a la finca ubicada en la calle Kiernan 992, de Villa Tesei, a fin de constatar si este domi- cilio resultaba apto para ocultar a la menor. Fue así que finalmente se trasladó a Candela Sol Rodríguez a este último domicilio, en tránsito, en la madrugada del día 29 de agosto de 2011, habiendo habilitado el ingreso a dicha vivienda Néstor Ramón Altamirano, quien frecuentab­a dicha morada y vivía a la vuelta de la misma”, sostiene la acusación poniendo también en escena al carpintero (que no fue a juicio en 2017 y ahora será indagado en esta nueva etapa).

Según el fiscal, Altamirano vivía “al lado del inmueble de la calle Charrúa 1069 de Villa Tesei que era frecuentad­o por Hugo Elbio Bermúdez (condenado a perpetua en el caso), quien en un lugar hasta el momento no determinad­o, pero

entre las 20.30 del día 29 y 8:30 del día siguiente dio muerte a la menor” asfixiándo­la.

“El fatídico final -agrega la acusaciónh­abía sido anunciado por Leonardo Daniel Jara (también condenado ya a perpetua en el primer juicio) desde un teléfono público a las 22.41 del día 29 de agosto”.

Hasta allí la secuencia de movimien-

tos de la banda. Pero el planteo de Ferrario va más allá y explica por qué la nena fue secuestrad­a como una manera de “Mameluco” Villalba de vengarse de “Juancho” Rodríguez quien, él creía, había cobrado dinero de la Policía Federal para entregarlo.

En palabras del fiscal: “La organizaci­ón criminal actuaba con una clara distribuci­ón de roles, encabezada por Miguel Ángel Villalba y cuyo objetivo, entre otros, fue obtener el dinero que erróneamen­te sus autores pensaban que había recibido el padre de la menor para haber entregado al nombrado Villalba a las autoridade­s policiales, actividad ésta efectivame­nte realizada por Moreyra, quien informaba a distintas agencias de seguridad todo lo relacionad­o con el narcotráfi­co de San Martín”.

Villalba -uno de los prófugos más buscados del país- había sido detenido 12 días antes de la desaparici­ón de Candela. Los testimonio­s de la causa indican que lo entregó Moreyra. Según la fiscalía, éste intentó alejar las sospechas sobre él, apuntándol­e al papá de Candela, por entonces preso por piratería del asfalto.

“Moreyra tuvo activa participac­ión en el desarrollo de los hechos investigad­os, ya sea en la captación de la menor desde el conocimien­to que éste tenía de la misma; su cautiverio en la zona de San Martín, donde vivía, llevaba a cabo sus actividade­s delictuale­s y mantenía relaciones promiscuas con las fuerzas de seguridad, las cuales le garantizab­an impunidad y le permitían tener conocimien­to del curso de la investigac­ión”, concluye Ferrario. ■

 ?? ALFREDO MARTÍNEZ ?? Gesto. Héctor “El Topo” Moreyra ayer, en los tribunales de Morón, donde se negó a declarar ante el fiscal Mario Ferrario.
ALFREDO MARTÍNEZ Gesto. Héctor “El Topo” Moreyra ayer, en los tribunales de Morón, donde se negó a declarar ante el fiscal Mario Ferrario.
 ??  ?? Imputado. El teniente primero Sergio Chazarreta, de la Policía Bonaerense, llega a la indagatori­a.
Imputado. El teniente primero Sergio Chazarreta, de la Policía Bonaerense, llega a la indagatori­a.
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MARTÍNEZ

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