Clarín

Mientras festeja, el Boca bicampeón se suma al club de los 100 millones de dólares

Esa es la diferencia aproximada entre lo que pagó por sus figuras y lo que valen hoy. Benedetto, Pavón y Nandez lideran la lista de quienes elevaron sus cotizacion­es.

- Matías Bustos Milla mbmilla@clarin.com

El bicampeón descansa, pero el receso por el Mundial se transformó en un parate de alto riesgo para las aspiracion­es de Guillermo Barros Schelotto y de todo Boca. Se sabe: la vidriera del club potenciada por la lupa mundialist­a (Boca aportó cinco apellidos en Argentina, Colombia y Uruguay) enciende alertas sobre posibles bajas para el segundo semestre.

Pero en el recorrido de Guillermo como DT, más allá de los títulos y de lo que quedó en el debe, hay un ítem que da positivo y es cómo potenció futbolista­s cotizados a cifras impensadas para alimentar a la tesorería.

El caso de Cristian Pavón es el más emblemátic­o. Ahora mundialist­a, fue Guillermo quien le brindó el respaldo que necesitaba para asentarse. Los 80 encuentros oficiales que lleva disputados desde que asumió el Mellizo (69 ininterrum­pidos) y los 23 go- les que hizo desde que asumió como entrenador (es el segundo goleador de su ciclo) lo transforma­ron en el Siete Bravo del bicampeón. Su convocator­ia al selecciona­do la anticipó el técnico en marzo de 2017. "Pavón tiene un nivel y un potencial de Selección. Tiene que mejorar algunos aspectos, pero si continúa con nosotros va a llegar a la Selección porque tiene todas las condicione­s", advirtió el Mellizo hace más de un año. En junio, el pase de Pavón cotizaba en 20 millones de dólares. Incluso el Zenit ruso estuvo cerca de comprarlo. Pero ahora su cláusula de salida es de 38 millones de dólares. "Ese dinero sólo lo puede pagar un gigante de Europa. Y si vienen a buscarlo hay que dejarlo ir", contó el DT hace días.

Boca compró el pase de Pavón en menos de un millón de dólares en diciembre de 2014. No sólo eso: se pagaron solo cuatro millones de pesos al contado: el resto, en 18 cuotas iguales de 555.555 pesos a Talleres. Más allá de lo deportivo, la ganancia ya transforma al caso Pavón en uno de los negocios más importante­s de la gestión de Daniel Angelici. Si se vende por la cláusula, será la venta más cara en la historia del club.

A Lisandro Magallán lo compró Boca en 2012 por 1,4 millones de dólares. Y uno de los que lo recomendó fue Guillermo Barros Schelotto, quien fue compañero del defensor en Gimnasia. El ahora DT fue el que lo ratificó como titular en el cierre de 2017. Magallán emigró dos veces a préstamo: Rosario Central y Defensa. Retornó, se consolidó y terminó de conformar la zaga central del campeón de la Superliga. Ahora está cerca de emigrar al Ajax a cambio de 9 millones de dólares. A los 24 años está en el momento justo para dar el salto. "Cuando me fui era tibio y ahora es un cacique", lo elogió Carlos Tevez.

A Rodrigo Bentancur, parte de la lista mundialist­a de Uruguay, Boca lo vendió en 7,5 millones de euros a

Juventus después de jugar 66 partidos. Del debut con Rodolfo Arruabarre­na a la titularida­d inamovible con Guillermo, el uruguayo -gema de Inferiores- ya fue campeón en Turín y su partida le representó al club un ingreso extraordin­ario. "Mi tarea no es sólo armar el equipo o el plantel; saber administra­r, ser consciente de lo que puede ser beneficios­o para el club es una responsabi­lidad que asu- mo", suele repetir Schelotto en cada mercado. Por eso sus ojos para incorporar siempre tuvieron que ver con sumar jerarquía y apellidos de posible reventa. El caso de Darío Benedetto es testigo: el DT lo pidió y llegó a cambio de 5 millones de dólares. Hoy su cláusula de salida, después de 35 goles, es de 25 millones.

A Wilmar Barrios lo trajo Daniel Angelici y fue el último de los refuerzos de 2016 en ganarse un sitio en el equipo. Finalmente ocurrió y nunca más salió. Tiene apenas 51 partidos oficiales en Boca, pero con el Mundial por delante y con un nivel ascendente, el colombiano renovó su contrato hasta 2022 con una cláusula de salida superior a los 15 millones de dólares. Por Nahitan Nandez el club pagó 3,7 millones de dólares (por el 60 %) y es consciente de que su participac­ión en Rusia con la Selección de Tabárez lo recotizará. Por eso tiene una cláusula de salida cercana a los 18 millones de dólares. Todo, claro, potenciado por la última vuelta olímpica. Con Frank Fabra, otro que llegó a cambio de 2 millones de dólares en 2015, este cuerpo técnico consiguió elevarlo a un lugar de privilegio: el último ofrecimien­to que llegó a Boca por el lateral colombiano superó los 5 millones de euros. Boca lo rechazó.

En Boca, después de la salida de Juan Simón como director deportivo, todas las negociacio­nes fueron acordadas entre Guillermo y Angelici. "Aprendí que para traer jugadores hay que estar convencido­s. Y si primero deben llegar a préstamo, lo hacemos", reflexionó el presidente.

En el debe aparecen nombres como los de Fernando Zuqui (hoy en Estudiante­s) y Sebastián Pérez, a quien compró en 3 millones de dólares. Desde que Guillermo asumió Boca incorporó por unos 32 millones de dólares, cerca de lo que gastó Racing en ese período y menos de los casi 55 que invirtió River en estos dos años. ■

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