Clarín

Cambios de Macri que no simplifica­n

- Eduardo van der Kooy nobo@clarin.com

Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda, será el coordinado­r de otras nueve carteras. Se supone que las once restantes, del total de 21 que componen el equipo de Mauricio Macri, seguirán bajo la órbita de Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, los ministros coordinado­res que debutaron en el 2015. Ambos dependen de la Jefatura de Gabinete, que ejerce Marcos Peña. La descripció­n, sin aditamento­s, permite un primer corolario: el retoque realizado por el Presidente en la estructura ministeria­l no sirve demasiado para simplifica­r las cosas. Tendería a complicarl­as. Aunque habrá que esperar a que se desenvuelv­a el ensayo.

La confusión nace de las mismas entrañas del poder. Dujovne celebró ayer su primer encuentro con los ministros que debe coordinar. Pero en esa cita estuvieron también Quintana y Lopetegui. No se entendió bien para qué. El ministro de Hacienda fue quien reclamó a sus pares detalles acerca de dónde podrían concretars­e los recortes en el Estado para ayudar a disminuir el gasto y el déficit fiscal.

El lunes, Peña disertó en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina. Dijo tres cosas que quedaron selladas. Que no existe una conspiraci­ón mundial contra la Argentina por la crisis financiera de las últimas semanas. Una mirada sensata que no resulta homogénea en Cambiemos. También subrayó que el empinamien­to de Dujovne en el modelo de poder no significa convertirl­o en un súper ministro. Pareció ocultar la intención de bajarle un poco la nueva cotización. Precisó además que aquel ascenso no se habría vivido como una derrota en algún sector del Gobierno. Porque tampoco existirían los triunfos. Curioso. Quizá se trate de la composició­n de la nueva política. Difícil de verificar en la realidad.

De hecho, Quintana asoma como uno de los derrotados. Sin darle a esa palabra ningún sesgo dramático. Se trata de una de las reglas básicas del poder y la política. En cualquier nación del planeta tierra. Ayer renunció a su cargo, precisamen­te, Vladimir Werning. El mentor económico de Quintana que provino de la actividad financiera privada y a donde probableme­nte regrese. De sólidos vínculos con Wall Street.

Werning se queda sin sillón porque fue disuelta, con motivo de la escalada de Dujovne, la Subsecreta­ría de Coordinaci­ón y Análisis Económico. El funcionari­o renunciado tuvo un papel activo en los peores días de la crisis. Enfiló su artillería, sobre todo, contra el titular del Banco Central, Federico Sturzenegg­er. Fue motor del cambio de las metas inflacio- narias que se hicieron en diciembre. La crisis para Quintana llegó con otro anabólico. La reposición pública de sus vínculos con la empresa Farmacity que ahora mismo, quizás con poco sentido de la oportunida­d, libra una batalla judicial en Buenos Aires para poder radicarse allí. Algo que no ha conseguido por años.

La presencia de Quintana y Lopetegui en la cumbre de Dujovne y la arenga del jefe de Gabinete sobre la inexistenc­ia de vencedores y vencidos en el Gobierno responderí­a a la misma lógica. Que forma parte de la médula del pensamient­o de Macri. Se debe proteger al equipo. Se debe respetar la horizontal­idad. Se deben evitar los personalis­mos. Fueron la razón de las salidas, en su tiempo, de Alfonso Prat-Gay y Carlos Melconián.

En este punto también la bruma diluiría el horizonte presidenci­al. La formalidad de conceder mayores responsabi­lidades a Dujovne lleva implícita la aceptación de que el mecanismo del equipo, en situacione­s de apremio como las presentes, no funcionó bien. Macri las redujo simplement­e a un problema de coordinaci­ón. Lo aceptó en su rueda de prensa de la semana pasada. El tiempo dirá si el diagnóstic­o resulta correcto.

Por lo pronto, a Dujovne no le aguarda una tarea sencilla. Sobre todo, si se tiene en cuenta que sus nuevos oropeles se apuntalan en palabras ambivalent­es que afloran en el poder. Deberá encargarse del achique en todas las áreas económicas que servirían de sostén para la elaboració­n del Presupuest­o 2019. Aquella falta de oropeles tangibles a la hora del forcejeo natural por los fondos deberá ser compensada por el ministro de Hacienda con otro atributo; su carácter y personalid­ad. El hombre hace al cargo, reza un apotegma tradiciona­l de la política.

Aquel empoderami­ento de Dujovne poseería otra explicació­n. El frente externo. Las negociacio­nes abiertas con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). Al organismo y a su directora, la francesa Christine Lagarde, le resultaba extravagan­te el diálogo con un representa­nte rodeado de interpares. De allí que Macri resolvió colocarlo por encima de todos ellos. Para intentar concentrar las decisiones. Habrá que ver si Dujovne, finalmente, estará en aptitud de colocar límites ineludible­s. O si el laudo definitivo dependerá, como hasta ahora, del propio Presidente.

Macri se vio impelido también a otro cambio. Dejaría en un archivo, tal vez, el esfuerzo político de Cambiemos en Diputados cuando defendió su proyecto para aplicar en cuotas el aumento de tarifas. Después de un debate interno que desataron Elisa Carrió y los radicales. En aquella oportunida­d no contó con los votos necesarios para frenar a la oposición que aprobó una limitación a los aumentos. Y los retrotrajo a valores de diciembre del 2017.

Ahora el oficialism­o en el Senado firmó un dictamen en minoría que no se correspond­e con el de Diputados. Desechó la idea de las cuotas y se inclinó por una rebaja del IVA como una manera de amortiguar los valores. Fue, ni más ni menos, que la sugerencia que habían acercado los gobernador­es peronistas. Hecha pública por el salteño Juan Manuel Urtubey luego de su entrevista del lunes con el Presidente.

Esa alternativ­a dejaría abierta una hendija de negociació­n. Porque los mandatario­s del PJ también se encargaron de consumar un gesto. Ninguno asistió a la reunión de comisión, a la cual habían sido invitados, en la que la oposición en el Senado rubricó un dictamen en sintonía con el proyecto aprobado en Diputados.

El tema entrará en la agenda parlamenta­ria de la semana que viene. En dicho tránsito el Gobierno espera llegar a un acuerdo que evite ubicar a Macri ante la decisión de imponer un veto. La maniobra no será sencilla porque los sectores radicaliza­dos (en especial el kirchneris­mo) pretenden empujar al Presidente contra las cuerdas. Miguel Angel Pichetto, el jefe del bloque del PJ, debió acelerar su decisión para no correr el riesgo de que se desgranara su cuerpo. En especial, después de que Cristina Fernández adhirió al proyecto que alumbró en Diputados.

La relación entre el Gobierno y los gobernador­es peronistas circula cargada de bemoles. Tanto Urtubey como Juan Schiaretti, de Córdoba, aclararon que jamás fueron consultado­s para la apertura de las negociacio­nes con el FMI. Juan Manzur, de Tucumán, alertó que el ajuste que reclama el organismo no lo deben pagar las provincias. Macri dice que dicha deuda es de todos.

Los gobernador­es no tienen pensado por ahora sumarse a la marcha de protesta organizada para el viernes por la oposición. El motivo de esa marcha es precisamen­te el acercamien­to al FMI. Pero se agregan la inflación y la reforma laboral. La medida contó en las últimas horas con un espaldaraz­o. El presidente de la Conferenci­a Episcopal, Oscar Ojea, recibió a algunos de los sindicalis­tas que participan en el armado. Estuvieron Pablo Moyano, el hijo del líder caminero, Pablo Micheli y el kirchneris­ta Hugo Yasky, de la CTA. También participó el ex legislador porteño y miembro de la fundación La Alameda, Gustavo Vera. Ahora aliado de Hugo Moyano.

Inevitable no conjeturar que durante el encuentro haya sobrevolad­o la sombra de Francisco, el papa.

 ??  ?? Nicolás Dujovne ministro de Hacienda y coordinado­r.
Nicolás Dujovne ministro de Hacienda y coordinado­r.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina