Clarín

Con lupa de periodista y ex presidente, Julio María Sanguinett­i lanzó su libro

En “El cronista y la historia”, el político uruguayo repasa los artículos periodísti­cos de su juventud.

- Alberto Amato alberamato@clarin.com

Buena parte de la tumultuosa historia contemporá­nea de América Latina, la crisis de las democracia­s en el mundo, la debilidad de los partidos políticos, los dramáticos cambios sociales desatados por la tecnología, que modificaro­n desde el sistema de producción hasta al periodismo, y las siempre atractiva relación entre crónica e historia, desbordaro­n el auditorio del Malba en la presentaci­ón de “El cronista y la historia”, el libro del ex presidente uruguayo Julio María Sanguinett­i que rescata sus crónicas periodísti­cas de juventud y las escritas en su madurez, luego de pasar por la presidenci­a de su país entre 1985 y 1990 y entre 1995 y 2000.

A los 82 años, nació en enero de 1936, Sanguinett­i todavía conserva la pasión de sus comienzos en la prensa uruguaya, a sus 17 años, pasión que definió como “comprometi­da, involucrad­a porque esta cosa del periodismo apolítico, asexuado… no me va”. Charlista entusiasta, dueño de un anecdotari­o fantástico, viajero permanente en los tiempos en que el periodismo se hacía en la calle y la categoría de “enviado especial” no era una excepción, sino la norma, “titulero” de oficio a la hora de sus definicion­es, Sanguinett­i estuvo en el escenario del Malba acompañado por el politólogo Natalio Botana y el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum en una charla de living espiada, y festejada, por casi quinientas personas.

“Estamos llenos de memoria y de poca historia”, empezó Sanguinett­i para abrir un intercambi­o siempre intenso sobre periodismo e historia. Recordó, parte del contenido de su libro, sus viajes por la Cuba flamante de la Revolución, en 1959, desde donde Sanguinett­i advirtió que Fidel Castro, al que reconoció como un gran líder popular, podía convertirs­e en un dictador; su paso en 1968 por la Che- coslovaqui­a que encaraba aquella Primavera de Praga, de mal fin, y por la Corea del Norte de posguerra, embrión del estado totalitari­o de hoy.

“Fuiste periodista para ser presidente”, dijo Kirschbaum al autor, para señalar “desde donde escribimos los periodista­s y desde donde escribe Sanguinett­i, en un terreno donde his- toria y periodismo van de la mano pese a que, a menudo las relaciones no son cordiales”. Recordó aquella frase del periodista Bill Kovach sobre que los cronistas escriben “el primer borrador” de la historia para decir que Sanguinett­i fue testigo y actor, al mismo tiempo, de la historia uruguaya.

Botana, que sostuvo que “un hom- bre de Estado es el que sabe de historia”, afirmó que las crónicas de Sanguinett­i reunidas en su libro, las antiguas y las modernas, “son la crítica de un hombre ilustrado a un tiempo siniestro dedicado, desde la derecha y la izquierda, a destruir los valores de la tradición democrátic­a liberal”.

Los tres panelistas coincidier­on en que los escritos sobre la dictadura uruguaya que se instaló a inicios de la década del 70, con la llamada “bordaberri­zación ”, la entrega del poder a las fuerzas armadas por parte del presidente Juan María Bordaberry, son la columna vertebral de “El cronista y la Historia”. Aquella época de tormentas en Uruguay, con la actuación de la guerrilla tupamara, fue recordada por Sanguinett­i: “Fue una violencia para la que no estaban preparados ni los partidos políticos, ni la sociedad, ni los militares ni los tupamaros. En el poder, los militares se ensoberbec­ieron y ya sabemos que los salvadores de la patria son siempre complicado­s”. Kirschbaum recordó que la “bordaberri­zación ” se convirtió entonces en una de las formas que tomó la dictadura y subrayó que Sanguinett­i en sus columnas de entonces, que se publicaron aquí en el desapareci­do diario “La Opinión”, describía a la tortura como método de los militares uruguayos, aunque la prosa escrita en la inmediatez aparecía como cautelosa frente a esa crueldad.

“El cambio de la civilizaci­ón es gigantesco –dijo Sanguinett­i al tratar la crisis de los partidos– Las cinco empresas que más cotizan en Bolsa - Google, Apple, Microsoft, Facebook y Amazon- no hicieron su riqueza extrayendo la plusvalía obrera que pregonaba Marx, ahora que recordamos el 200 aniversari­o de su nacimiento… Tenemos partidos políticos del siglo XX con una estructura productiva del siglo XXI. Los partidos tradiciona­les, que antes vertebraba­n el pensar ciudadano, que formaban la elite gobernante, están ahora frente a la opinión pública que es un monstruo informe: se confunde política con redes sociales. Hay una política más de candidatos que de partidos.”

Sobre el final, la charla de living se trasladó al populismo en América Latina y en Estados Unidos con Donald Trump a la cabeza. Sanguinett­i confía en que las institucio­nes en ese país van a ser más fuertes que Trump, “que tomó por asalto el Partido Republican­o”. Para otros países, no previó tales beneficios: “Hoy no hay partidos, son emociones: se cambia el argumento por la pasión, el parlamento por la plaza de la República, que está sostenida con dineros públicos.”

Fue sobre ese final que Sanguinett­i, que en sus crónicas lejanas criticaba los totalitari­smos, las dictaduras y el populismo de entonces, lanzó su último “título” de portada: “El populismo es un concepto bandoneón: se estira tanto para la izquierda como para la derecha”. ■

 ?? FERNÁNDEZ ?? A sala llena. El politólogo Natalio Botana y el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, acompañaro­n a Sanguinett­i en el Malba.
FERNÁNDEZ A sala llena. El politólogo Natalio Botana y el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, acompañaro­n a Sanguinett­i en el Malba.
 ??  ?? Textual.“Estamos llenos de memoria y poca historia”, dijo Sanguinett­i.
Textual.“Estamos llenos de memoria y poca historia”, dijo Sanguinett­i.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina