La compra de la imprenta “contó con el apoyo del gobierno K”
En su confesión, Alejandro Vandenbroele reveló que la compra de Ciccone por parte de Amado Boudou tenía el apoyo de “altas esferas" del gobierno K, involucró a Daniel Scioli en el negocio de la producción de fichas para la lotería bonaerense y contó pa- so a paso como se financió la operación para quedarse con la más grande imprenta privada del país.
El tribunal oral 4 tendrá en cuenta la confesión del arrepentido Vandenbroele cuando deba dictar sentencia en agosto. Clarín accedió a su versión completa que cuenta con detalles como fue la maniobra ejecutada entre el 2010 y 2012 cuando Boudou era pri- mero ministro de Economía y luego vicepresidente de la Nación.
En el 2010, Nuñez Carmona le trajo el negocio de quedarse con Ciccone que tenía una deuda con la AFIP de 264 millones de pesos y otras. Llegaron a un arreglo pero los Ciccone “piden 100.000 dólares por mes como contraprestación por el asesoramiento”. Entonces, en una reunión “Núñez Carmona dice que tenía que consultarlo. Yo salgo de la sala con él y me dice: “Esto lo tengo que consultar con Boudou”, se retira, vuelve a los pocos minutos, entramos en la sala y da el okay”. Luego, señaló que “a Bolt lo sacamos a los bolsazos” y Núñez Carmona le reveló “que Boudou le había dicho que (el secretario de Comercio, Guillermo) Moreno había recibido instrucciones para sacar a Boldt de la planta”. Bolt tenía un contrato de alquiler de un año.
El problema era que Ciccone tenía una deuda de $ 264 millones con la AFIP la cual también había pedido la quiebra. Pero “dos semanas después (por la intervención de Boudou) se presentó en el expediente de la quiebra y presta su conformidad con el levantamiento de la quiebra, una vez que ya se habían firmado las opciones con los Ciccone. Esto es el 14 de septiembre del 2010”. Y, luego, dos días después, “se presenta de vuelta modificando su conformidad y prestando la conformidad de manera incondicional”. El plan era pagar solo 64 millones a la AFIP. La confesión de Vandenbroele coincide con el procesamiento que el juez federal Ariel Lijo dictó contra todos los imputados.
Según le había comentado Núñez Carmona “Echegaray ya tenía instrucciones desde las más altas esferas del Gobierno nacional para que actuara de tal manera”, pese a que sentía recelo con Boudou porque en los 90 habían militando en dos sectores diferentes de la UCEDE. ■