El peronismo federal ahora busca retomar el diálogo con Macri
Tensión. Reina la desconfianza entre el Presidente y los referentes del PJ. Quieren que el Gobierno los convoque.
Miguel Angel Pichetto tuvo, en la madrugada del miércoles, una victoria íntima: sobrevivió a una embestida brutal de la Casa Rosada para quebrar el bloque del peronismo.
La maniobra, dicen en el PJ, la "craneó" Rogelio Frigerio para reconfigurar la relación de fuerzas del Senado: gestar un bloque de 4 peronistas que junto a los provinciales le aporte mayoría a Cambiemos.
"Esto es política", dijo Pichetto sobre esas picardías que, más allá de la visión deportiva de la política, se consideró desafiado y, según cuentan en su bloque, se mostró herido por lo que consideró operaciones injustas.
Pero el rionegrino, a quien el macrismo atribuye un pacto con Sergio Massa y a la vez dice que se tentó con el elogio de Carlos Menem que lo nombró presidencial, pidió desdramatizar y abrió la puerta para recomponer el diálogo con Macri.
La misma postura expresan los gobernadores: aun separados por enfoques y tensiones internas, en esa trinchera dialoguista siguen ubicados el cordobés Juan Schiaretti, el salteño Juan Urtubey y Sergio Uñac, de San Juan.
"Estamos dispuestos a colaborar y a poner el hombro pero el Gobierno debe salir de su encierro y convocar", dijo a Clarín el senador cordobés Carlos Caserio.
Con tarifas, como no ocurrió antes con ninguna ley, se produjo un fenómeno: los gobernadores estuvieron on line, tiraron puentes y acercaron ideas pero dejaron la disputa pública en Pichetto y los senadores.
En la Casa Rosada dicen que Macri está furioso porque los mandatarios jugaron a dos puntas: que pidieron razonabilidad en voz alta pero luego mandaron a los suyos a tensar la cuerda.
La desconfianza se convirtió en el insumo principal de la relación entre Macri y buena parte de los gobernadores. Ahora es la que rige, hasta nuevo aviso, entre la Casa Rosada y Pichetto luego de los intentos de romper el bloque y dejarlo sin quórum.
"Ni los gobernadores ni los bloques de diputados y senadores van a dinamitar la relación pero la palabra la tiene el Gobierno: deben hacer un gesto de apertura", apuntó un operador del Peronismo Federal.
En el paquete agregan un renglón político: que Cambiemos, como gesto, baje el tono crítico en las provincias que gobierna el peronismo.
En el horizonte cercano, aparece un tema que pondrá en escena el eje gobernadores-legisladores-gobierno. "El Fondo le pone como condición a Macri que tenga apoyo político e institucional. Antes de darle un peso pide un presupuesto con un ajuste de 200 mil millones", dijo un legislador.
Los gobernadores ya anticiparon algunos ítem de ese debate: el traspaso de Edenor, Edesur y AySA a la Capital y provincia de Buenos Aires.
En el Senado apuran otro expediente: la discusión sobre la rentabilidad de la generadoras de energía eléctrica. ■