Dramático giro en el juicio contra un futbolista por un crimen: su padre confesó todo y lo exculpó
Luciano Cabral (23) está acusado de matar a golpes a otro joven. Ahora podría eludir la condena.
Una confesión inesperada provocó un brusco giro en el juicio contra Luciano Cabral (23), el ex futbolista de Argentinos Juniors y Atlético Paranaense de Brasil que está acusado del crimen del murguero Joan Villegas (26), ocurrido el 1° de en enero de 2017 en General Alvear, zona sur de Mendoza. Es que el padre del jugador, José “El Mono” Cabral (42), declaró ante el tribunal que fue él quien lo mató “a palos” y que su hijo nada tuvo que ver.
Fue ayer durante la segunda semana del juicio contra el futbolista, su padre, su primo Axel Olguín (20) y un amigo, Brian Santana (18). José Cabral dijo que salió en defensa de su hijo porque Villegas -la víctima- había golpeado duramente al jugador y luego siguió pegándole a Axel, su sobrino.
El hombre dijo que actuó con furia al ver que Joan le pegaba a su sobrino. “Lo persiguió, lo tiró al piso y lo golpeó, aún cuando estaba caído”, describió. Fue entonces cuando, aseguró, él lo mató: “Tomé un palo y le di varias veces”.
“El Mono” Cabral dijo que tenía “tanta rabia” que no volvió en sí hasta ver el cuerpo todo ensan- grentado y molido a palos. Luego sacó de la escena a su hijo, al afirmar que Luciano ya se había ido cuando él mató al murguero y que se considera el único responsable de esa muerte.
Sobre la relación con la víctima, el padre del jugador señaló que se habían peleado en otra ocasión. “Joan me había reventado a piñas, me amenazaba y me pedía dinero de mi hijo que estaba jugando en Brasil”, relató.
El futbolista, que lleva 17 meses detenido en la cárcel de San Rafael, también cambió ayer su declaración ante el tribunal oral. Admitió haber participado la pelea esa madrugada del 1° de enero en plena calle, en el barrio Los Inmigrantes. Antes había dicho que estaba durmiendo en la casa de su tía cuando asesinaron a Villegas.
“El jugador declaró, por sugerencia de su abogado, Gustavo Nedic, cuando quedó acorralado por testimonios que lo ubicaron en la escena del crimen y una irrefutable prueba genética por la que se halló sangre de la víctima en sus zapatillas”, según informó El diario de San Rafael.
El futbolista reconoció que en la madrugada del Año Nuevo mantuvo una discusión con Villegas y que se pelearon a golpes. Dijo que el murguero le había pegado con un casco de moto y que “terminó mareado”, pero que “no” había participado de su muerte. Cuando uno de los jueces le preguntó por qué había dicho que estaba durmiendo, Cabral respondió: “Tenía miedo”.
Con la confesión de su padre, la defensa espera acceder a una condena menor en juicio abreviado para él. Pero no será fácil para el jugador porque en la causa hay testimonios, en especial el de una menor que declaró en Cámara Gesell, que lo ubican como uno de los que terminó con la vida de Villegas. El cuerpo de la víctima presentaba varias lesiones por golpes y la fatal fractura de cráneo habría sido provocada por una piedra.
Luciano Cabral se entregó dos días después del crimen y quedó imputado, como el resto de los sospechosos, por el delito de “homicidio agravado por la participación de menores”. En ese momento, el futbolista tenía contrato con Atlético Paranaense. ■