Reina del marketing deportivo
Al igual que en 2017, varias son las candidatas a quedarse con el número 1 del ranking femenino una vez que termine Roland Garros. En esta ocasión son cinco y las cinco están en carrera en el segundo Grand Slam del año: la rumana Halep, la danesa Wozniacki, la española Muguruza, la ucraniana Svitolina y la francesa García ya están en la tercera ronda.
De todos modos, en Bois de Boulogne no se hace referencia acerca de si Halep mantendrá su reinado con alfileres y tampoco hay apuestas todavía alrededor de quién levantará la copa Suzanne Lenglen luego de la sorpresiva eliminación deJelena Ostapenko. Nada de eso. En París sólo se habla de Serena Williams. De Serena Williams y su regreso. De Serena Williams y sus dudas. De Serena Williams y sus dos victorias al hilo. De Serena Williams y un im- pactante partido ante Maria Sharapova que podría darse en los octavos de final. De Serena Williams y su tenis poderoso. De Serena Williams y... su traje de chica de comic. En definitiva, la menor de las más famosas hermanas del tenis y a su vez mamá de su hija Alexis volvió al circuito para revitalizarlo y para sacarlo de su prolongado estado de terapia intensiva. Y no sólo con su juego.
Ubicada en el 451° lugar del ranking y ganadora de (nada menos) 23 títulos de Grand Slam para ubicarse a sólo uno del récord de la australiana Margaret Court, Williams entiende como muy pocos el significado del marketing deportivo. Por eso no tuvo empacho en ponerse un traje negro de lycra bien pegado al cuerpo que le marca los músculos y algo más de su voluminosa figura cada vez que se pasea sobre el polvo de ladrillo parisino. Con una faja roja en la cintura, ella dijo que aceptó la propuesta de su auspiciante “para mejorar mi circulación sanguínea”, según aseguró. “Es un atuendo divertido pero también es funcional y me permite jugar sin tener problemas”, dijo.
Acostumbrada a asombrar con sus looks diferentes y divertidos a lo largo de su carrera, Williams fue más allá en su vuelta a un Grand Slam. Quiso ser noticia y lo fue. Y hasta se dio el gusto de eclipsar al resto de sus colegas. ■
En París sólo se habla de Serena Williams. De Serena Williams y su regreso.