Por los problemas en otros trenes, el Urquiza tiene un 53% más de pasajeros
La línea absorbe usuarios del San Martín y el Belgrano Norte, que están con servicios limitados.
Los problemas simultáneos de los San Martín y Belgrano Norte provocaron un colapso. Un “efecto mariposa” que se derramó sobre las otras líneas. El ferrocarril que más lo siente es el Urquiza: en lo que va del mes, lleva transportados un 53% más de pasajeros que en igual fecha del año pasado.
Según informaron en Metrovías, concesionaria del Urquiza, en junio ya viajaron 876.000 personas. Durante la semana pasada, fueron 116.000 y 119.000 por día en promedio. En la misma semana de 2017 habían sido entre 75.000 y 78.000 pasajeros.
El tren Urquiza corre casi paralelo al San Martín. Las dos tienen estaciones muy cercanas: Lemos está a 12 cuadras de la de San Miguel; Campo de Mayo a 15 de Muñiz; Tropezón a 15 de Caseros; Santos Lugares a 11 de Moreno; y Lynch a 10 de Sáenz Peña.
El aumento en la cantidad de usuarios pasajeros se debe principalmente a que el San Martín no llega a su terminal de Retiro, por la construcción del viaducto para que las vías corran en altura y eliminar 11 barreras.
El problema es que, a fines de mayo, la caída de un encofrado de esa obra sobre las vías mostró a las autoridades que la construcción ya no se podía hacer con el San Martín corriendo, por lo que se decidió acotar el recorrido hasta Villa del Parque. Lo mismo, aunque sin el accidente en la obra, había sucedido en el verano.
También influyen los problemas de funcionamiento del Belgrano Norte. A fines del mes pasado estuvo días sin andar, y desde entonces brinda un servicio parcial entre Retiro y Munro. El problema fueron las fallas en los andenes provisorios que instalaron para arreglar las estaciones.
El cambio se notó rápidamente. Ya en la primera semana en que el San Martín dejó de llegar a Retiro, entre el 23 y 30 de mayo, la cantidad de usuarios del Urquiza creció un 14%.
Vanesa López entra a trabajar a las 8 de la mañana en un call center a una cuadra de Plaza de Mayo. Vive a cuatro de la estación José C. Paz del San Martín. “El año pasado tomaba el tren a las 6. Hoy me despierto 4.30 y una hora después estoy en la estación. Tengo que hacer una ingeniería para ver cómo llego y encima tardo hasta tres horas”.
Hasta hace diez días, Vanesa usaba el colectivo 449 para trasladarse de José C. Paz a la estación Lemos, del Urquiza. Muchas veces, incluso con ese colectivo, bajaba antes en Cabral. Desde ahí subía al tren en sentido inverso hacia Lemos y esperaba que la formación volviese a salir rumbo a Chacarita para conseguir un asiento. “Pasé de ir sentada a ni siquiera poder subir. El Urquiza también se desbordó”, dice. Acostumbrada a viajar mal, volvió a su línea original.
Viajar mal también es aguantar los amontonamientos en la estación Villa del Parque, que ahora funciona como cabecera, pero no tiene la estructura para absorber a tantos pasajeros.
Viajar mal es además no usar el servicio gratuito de colectivos, que dispuso Trenes Argentinos para compensar el servicio reducido. Salen de Villa del Parque y paran en Chacarita, Paternal y Palermo. También se incorporaron colectivos que van desde la estación Sáenz Peña, del tren San Martín, hasta Miguelete, del tren Mitre, para completar el viaje hasta Retiro. Los usuarios dicen que hay varias unidades y que salen con buena frecuencia, pero que en hora pico no dan abasto. ■