La grabación del llamado al 911 de la abogada suma más dudas sobre su rol en el doble crimen
Julieta Bonanno dice allí que la encerraron cuando mataban a su cliente y a su hijo. Una pericia la complicaría.
La llamada al 911 dura apenas un minuto cuatro segundos y quedó grabada a las 22.35 del lunes 4 de junio. En ella se escucha cómo la abogada Julieta Estefanía Bonanno (29) le pide ayuda al operador y le dice que alguien mató a su clientes, el mexicano Rodrigo Alexander Naged Ramírez (59) y su hijo, el colombiano Jhon Naged (30).
“¿Qué pasó?”, le preguntó el operador. “No sé, entraron. Empezaron a los gritos. A mí me encerraron”, contestó Bonanno, agitada, mechando algún “¡ay Dios!” en su relato. “¿Siguen ahí?”, continuó el operador. “No, salí. Están muertos. ¡Por Dios!”, respondió la abogada.
“Yo vine a ver a mi cliente. No sé. Entraron. Entró uno y empezó a los gritos. Están muertos los dos”, dijo Bonanno, quien minutos después repitió esta versión con más detalles ante los hombres de la Policía de la Ciudad que llegaron al departamento del 10 “E” del edificio de avenida Cabildo 2659, donde vivían las víctimas y donde fue el doble crimen
¿Bonanno fingió su agitación? ¿Ese hablar entrecortado y las exclamaciones como “¡ay Dios!” fueron puro teatro para ocultar el hecho de que ella participó de los homicidios? En este punto creerle o no es puramente subjetivo. Sin embargo, en el expediente a cargo del juez federal de Campana, Ariel González Charvay, hay otros indicios que la apuntan directamente:
• Una primera pericia determinó que había rastros de pólvora y otros metales en la mano izquierda de la abogada. Los rastros se encontraron puntualmente sobre la cara externa de esa mano, entre el dedo índice y el pulgar. Sin embargo, la defensa podría sostener también que el cuerpo de la abogada se contaminó en la escena del crimen. Como una manera de ajustar la exactitud de evidencia química, el juez González Charvay ordenó que se secuestre de la casa de Bonnano la ropa que usó la noche del lunes 4 y que se busque posibles rastros de pólvora y metales. La contraprueba todavía no se realizó y recién el jueves se tomarán las muestras.
• Los videos de las cámaras de seguridad del edificio donde vivían las víctimas fueron las primeras pruebas que apuntaron a la abogada. En las filmaciones se la ve muy cerca del si- cario, incluso, parece que habla con él tapándose la boca mientras espera que le abran la puerta. Existe una secuencia (no difundida) de una segunda cámara de seguridad que apunta al hall interno de la planta baja: ahí se ve un ir y venir errático del sicario, que sube y baja dos veces hasta el departamento de las víctimas. • Al allanar la casa de Bonanno, se encontró un papel con anotaciones manuscritas que ahora será peritado caligráficamente para certificar si se trata de la letra de la abogada. Entre otras cosas, aparece el nombre de Naged Ramírez y al lado las palabras “va a morir” y “Muerto”. ■