El primer grande que empezó a moverse para volver a ser el que fue hace poco
El equipo de Claudio Biaggio luchó pero se quedó afuera de la pelea por el título en la Superliga. Irá por el desquite. Y tendrá obligaciones con las Copas Argentina y Sudamericana.
Luchó, pero quedó a mitad de camino en el torneo. Sufrió, pero avanzó en la Copa Sudamericana. Estará pendiente de la Copa Argentina y querrá estar a la vanguardia en la próxima Superliga. Como irá por todo porque en los últimos tiempos coqueteó con el protagonismo pero no terminó de consolidarse, San Lorenzo puso primera antes que el resto: el plantel de Claudio Biaggio fue el primero de los grandes en retomar los entrenamientos y lo hizo en el punto más profundo del recambio generacional que deja atrás la etapa más gloriosa en la historia del club.
Fue una jornada particularmente distinta para el equipo. Cuando el grupo salió a la cancha para comenzar con los movimientos de la pretemporada no estuvieron Leandro Romagnoli yJuan Ignacio Mercier, dos de los grandes baluartes del club. Con ellos se fue un pedazo importan- tísimo de la vida moderna de San Lorenzo aunque el ex 10 continúa pisando los pasillos del Nuevo Gasómetro a diario en su nueva función de manager. Al cabo, se trata de los dos capitanes que tuvo el equipo en la conquista de América -aquella que se hizo esperar 54 años- y en el tete a tete ante Real Madrid en el Mundial de clubes de aquella temporada inolvidable de 2014.
Quedan, de aquel selecto grupo que rompió la maldición, Sebastián Torrico, Nicolás Blandi, Juan Ignacio Cavallaro, Facundo Quignón y José Devecchi, aunque estos dos últimos no disputaron partidos en aquella Libertadores. El arquero héroe de esa gesta, de todos modos, se recupera de una lesión yactualmente es el suplente de Nicolás Navarro. Pero él y Blandi son, claramente, los líderes del vestuario que quedan en pie. Cavallaro, en tanto, finalizará su vínculo a fin de mes, pero ya se habla por su renovación.
El primer desafío para San Lorenzo será el de la Copa Argentina: el 16 de julio deberá enfrentar a Racing de Córdoba en sede y horario a confirmar. Diez días más tarde recibirá a Deportes Temuco por la segunda fase de la Copa Sudamericana y para el fin de semana del 12 de agosto se espera el inicio de la Superliga.
El grupo que comenzó a entrenarser (sin el chileno Paulo Díaz y el paraguayo Robert Piris da Motta, que tuvieron participaciones en sus selecciones y se reincoporarán el lunes) practicará en la Ciudad Deportiva hasta el miércoles y los últimos diez días del mes se refugiará en el hotel Sofitel de Los Cardales, lujoso y viejo conocido reducto para el club: ya se hizo una pretemporada invernal allí justamente antes de ganar la primera -y hasta ahora única- Copa Libertadores.
Tres caras nuevas hubo en el comienzo de los entrenamientos aunque ninguna del calibre que se espera por Boedo. El único refuerzo (ver Romagnoli...), Sebastián González, un joven de 18 años que jugó una gran temporada en el Torneo Federal A con la camiseta de Deportivo Maipú; y los dos juveniles que Biaggio promovió a Primera: Carlos Insaurralde
(mediocampista) y Adolfo Gaich (delantero).
San Lorenzo ya está en marcha en lo que será su primera temporada sin dos de los máximos referentes en el vestuario. El desafío es mayúsculo: con ellos en un rol de mayor o menor preponderancia, el equipo mantuvo el protagonismo, pese a que no logró terminar de dar el salto y quedarse con algún título. Ahora serán otros hombres los que deban decir presente. Ahí estará el gran secreto del éxito. ■