Bolsos de cuero como los de antes
De la mano de Pico Mónaco
Gustavo Annoni ejerció como abogado hasta los 29 años. Luego de perder su empleo se enfocó en lo que hasta ahí era un hobbie, y se puso a estudiar técnicas para trabajar el cuero. La inversión inicial no fue muy elevada: una aguja de punta mocha, un carrete de hilo, una pinza sacabocados y un pedazo de cuero. De ahí al local propio pasaron muchas cosas, como ser el principal proveedor de materas hechas a mano de Pico Mónaco, Carla Peterson, Verónica Lozano, entre otras celebridades que lo miman desde las redes (@annonibags). Lo que también se puede distinguir en esas imágenes es el valor sentimental que los clientes le asignan a objetos que terminan siendo muy personales, porque son de uso cotidia- no. Trabaja, sobre todo, “cuero vaqueta” o “cuero crudo”, como le dicen, que en definitiva es cuero de vaca que con el tiempo, la exposición solar y el uso, va tomando los colores que su dueño propició para él. La oferta de productos es pequeña pero rendidora. Además de la famosa matera, ofrece mochilas, portafolios, necesers, porta anteojos y el bolso (TomBag), fiel a la estética del fotógrafo Henri Cartier Bresson y el lugar donde guardaba su cámara Leica. Basta pasar por su local de Palermo Viejo (Nicaragua 4827) pa- ra encontrarlo cortando cueros, agujereando con su martillo y peine de acero, cociendo con hilo encerado durante toda la jornada. Desafiando las reglas del mercado, su producto es 100% artesanal: un estilo de talabartería casi extinguido. Redes sociales mediante, el solito, con su teléfono, en tiempo récord conquistó usuarios internacionales. Ya le han llegado pedidos Malasia, Estados Unidos, España, Portugal, Francia, Rusia y Japón que valoran esta estética bien argentina. ■