Un trotamundos del fútbol, que disfruta conocer países y culturas distintas
Se formó en Newell's y llegó a la Primera División en 2004, a los 15 años. Su primera experiencia en el exterior fue en Uruguay, a préstamo a Durazno FC, para luego jugar en el Ascenso para Argentino de Rosario y Estudiantes de Río Cuarto. El periplo internacional de Franco Calero transitó por Deportivo Aragón, Sariñena y Robres (España), Alfonso Ugarte (Perú), PGS Kissamikos (Grecia), Al Ansar (Líbano), Happoel Akko y Kiryat Shmona (Israel), Rangers (Chile) y Aucas (Ecuador).
“El fútbol me dio la posibilidad de conocer distintos países y culturas, como la árabe, la judía y la cristiana. A pesar de los defectos y las virtudes, todo cierra en lo mismo: somos todos iguales, reflexiona.
En su balance del extenso recorrido internacional, resalta: “En España, la experiencia fue buena para seguir sumando y creciendo. Lo mismo el paso por Grecia, Alemania y Suiza, que me trae buenos recuerdos”.
Jugar en Medio Oriente fue muy particular para él. “Haber pasado por Israel me trae re- cuerdos bonitos porque la Europa League fue una linda experiencia. Y en Líbano me hicieron sentir muy cómodo porque ahí el argentino es muy querido”, cuenta Calero.
Claro que dondequiera que haya pasado, siempre ser futbolista argentino fue un plus. “En general en todas partes del mundo los futboleros nos quieren gracias a Messi, Agüero, Higuaín, Di María y tantos más. Son fanáticos de ellos y entonces ven un futbolista argentino y lo relacionan con esas grandes estrellas”, explica. ■