Portazo republicano a la decisión de Trump de invitar a Putin
Uno de los principales dirigentes parlamentarios del oficialismo republicano, Paul Ryan, dio ayer un estridente portazo a la relación de cercanía que el presidente Donald Trump pretende mantener con el autócrata ruso Vladimir Putin. El mandatario había anunciado que el líder del Kremlin será invitado a Washington. Ryan, quien preside la Cámara de Diputados, advirtió que si el presidente ruso llega a Washington de ningún modo será invitado a las sesiones conjuntas reservadas en el Capitolio a las figuras internacionales.
“Ciertamente no lo invitaremos”, declaró Ryan a un grupo de periodistas tras mantener una reunión a puerta cerrada con legisladores de su partido.
La invitación de Trump a Putin para que viaje a Estados Unidos generó una ola de asombro en el país y el mundo. En especial, debido a que en su reciente cumbre de Helsinky el presidente norteamericano descalificó a los organismos de inteligencia norteamericanos y defendió la declaraciones del jefe de Estado ruso respecto a la acusación de que Moscú intervino y hackeo las elecciones que llevaron a Trump al poder.
Asimismo, Ryan también criticó la posibilidad de que la Casa Blanca qui- te el permiso de acceso a información confidencial a seis ex funcionarios a los que Trump considera sus enemigos políticos, entre los que se encuentran el ex director del FBI James Comey y el ex jefe de la CIA John Brennan.
Todos los ex funcionarios han criticado a Trump, particularmente su comportamiento en la citada cumbre de Helsinki con Putin la semana pasada.
“Creo que algunos de ellos ya perdieron el acceso. Honestamente, creo que simplemente los está molestando”, consideró Ryan, quien el pasado abril anunció que abandonaría la política tras las elecciones legislativas de noviembre.
Por último, el congresista dio su opinión sobre la guerra comercial desencadenada por la actual administración con la imposición de aranceles a la importación de productos procedentes de otros mercados entre ellos acero y aluminio que producen aliados de primera línea de Estados Unidos.
“No apoyo la adopción de aranceles. Creo que los aranceles son en realidad impuestos. Entiendo el plan del presidente, entiendo lo que está intentado hacer. Pero creo que ese no es el camino a seguir”, concluyó el republicano.
A pesar de que durante la campaña presidencial, Ryan había mostrado su oposición a Trump, una vez que el magnate asumió la presidencia, el congresista cambió de postura y se convirtió en uno de sus más firmes defensores en Washington. Lo que revela este conflicto es la resistencia en la oposición, pero también entre los republicanos a la relación amistosa con Putin y las dudas respecto a las razones reales que motivan esa preferencia por parte de Trump. ■