El día en que el Tour de Francia fue sede de un piquete y de represión
La Policía dispersó con gas lacrimógeno a un grupo de agricultores y varios competidores resultaron afectados.
Ni el Tour de Francia se salvó en esta edición de un episodio que combinó una protesta social que derivó en un corte de carretera, la suspensión provisoria de la 16ª etapa y la represión de la Policía con gases lacrimógenos que afectaron a parte de los ciclistas participantes en la principal carrera de ruta del mundo.
La interrupción se dio durante 15 minutos como consecuencia de una protesta de campesinos que intentó interrumpir la circulación para manifestarse en contra del recorte de ayudas financieras dispuesto por el Gobierno de Emmanuel Macron.
El hecho ocurrió en el kilómetro 29 de la etapa entre Carcassonne y Bagnères-de-Luchon. Los manifestantes, que eran alrededor de 40 y portaban carteles, colocaron fardos de heno sobre la ruta cuando los ciclistas se acercaban a ese punto. La Policía respondió con gases lacrimógenos y golpes para dispersarlos y liberar el camino para que la prueba siguiera.
Sin embargo, el gas no solo afectó a los campesinos sino también a varios competidores, quienes debieron ser asistidos por los servicios médicos del Tour. Por ello el director de la tradicional carrera, Christian Prudhomme, dispuso una neutralización de 15 minutos.
“Ha sido muy desagradable. Nos hemos ayudado entre compañeros. Hemos sido amigos entre los equipos cuando no hay muchas ocasiones para demostrarlo”, afirmó al final de la etapa el ciclista Mikel Landa.
Los ciclistas alcanzados por el efecto del gas se mojaron el rostro y se colocaron gotas en los ojos para dismi- nuir la irritación. Entre los afectados estuvo el eslovaco Peter Sagan, líder de la clasificación por puntos.
Después de un cuarto de hora de interrupción, el pelotón retomó la marcha en el camino de los Pirineos. Ganó el francés Julian Alaphilippe1 y el líder de la general es el alemán Geraint Thomas con 68h12m01, seguido a 1m39 por el británico Christopher Froome y a 1.50 por el holandés Tom Dumoulin.
Prudhomme criticó a los productores agrícolas. “No hay que añadir peligros a los ciclistas. Su terreno de expresión es la ruta. La carretera es libre. No se les puede encerrar en una piscina, en un estadio, o en una pista de tenis. Hay que respetarlos; ya toman suficientes riesgos en su trabajo”, declaró.
La neutralización más importante en el Tour data de 1982, cuando una manifestación de obreros metalúrgicos de la fábrica Usinor consiguió la anulación de la etapa en Fontaine-au-Pire, en el norte de Francia.