El DT preferido por Macri
En una charla abierta, el Presidente dijo que le gustaba como técnico para la Selección. Angelici coincide.
Es como si el Mundial de las incoherencias y de los despropósitos no hubiera terminado. Es como si nada de lo ocurrido en Rusia hubiera servido de lección. A contramano de la paz y de la independencia que la AFA necesita para definir el mejor futuro posible para la Selección Nacional, de nuevo la política se filtra con fuerza total, sin pudores, en ese mundo celeste y blanco que a gritos reclama piedad y sentido común. Justo en la semana que muestra al jueves como un día clave por esa reunión de Comité Ejecutivo en la que el presidente de la AFA, Claudio Tapia, bajará una mirada sobre las selecciones y escuchará opiniones, aparece nada menos que el presidente de la Nación, Mauricio Macri, para contarle al mundo que Jorge Almirón, actual DT de Atlético Nacional de Medellín, es su entrenador preferido para la Mayor. Se trata de un innecesario regreso al escenario futbolero que sirve para ratificar una vez más que todo lo ocurrido en Viamonte 1366 le importa más que mucho al Gobierno, aunque en el entorno de Macri intenten maquillar su exposición como un simple “gusto personal”.
Se juega demasiado en la configuración de la nueva Selección Nacional. Es una pulseada por el poder que excede al fútbol. Nunca Macri quiso a Claudio Tapia como presidente de la AFA. Desde el Gobierno siempre se lo intentó frenar, inclusive hasta con una Comisión Normalizadora. Sin embargo, el yerno de Hugo Moyano, tejiendo con los dirigentes del Ascenso y del Interior, a todo resistió y llegó a coronar su sueño: sentarse en el sillón de Julio Grondona. ¿Ahora Chiqui será capaz de frustrar otra vez al presidente de la Nación?
No parecen existir demasiadas discusiones sobre el esqueleto para la reconstrucción de los seleccionados juveniles. Los Pekerman Boys (Lionel Scaloni en el Sub 20, Diego Placente en el Sub 17 y Pablo Aimar en el Sub 15), supervisados por un coordinador experimentado (¿Hugo Tocalli?), conforman una fórmula cautivante. De hecho, después del primer triunfo en L’Alcúdia, resultó un placer ver y escuchar a Scaloni jerarquizando en esta etapa formativa conceptos vinculados con las formas por sobre el resultado, con el amor por la camiseta, con el esfuerzo como valor para ganarse el respeto de los compañeros, con el fair play...
Eso sí, los grises envuelven a la elección del entrenador de la Selección Mayor. Entonces, después de las inquietudes y de los disgustos cosechados durante el Mundial, resolvió Macri salir a jugar su partido sin vueltas. Lo hizo en un hotel cordobés, en una charla abierta con empresarios en el marco del 41° aniversario de la Fundación Mediterránea. Apenas le preguntaron por el futuro técnico de Argentina, el presidente de la Nación eligió apelar a una aclaración: “La verdad es que, contrariamente a lo que se dice, no participo en este tipo de cosas. Me preocupo como hincha, sí, claramente”.
Aunque sabe que no es un hincha común y corriente, aunque es conciente de que su opinión vaya si pesa, Macri se despojó de todas las cautelas y, tras la repregunta “¿Pero quién le gusta?”, devolvió: “Los consagrados están en Europa, ¿no? Y de los jóvenes que están acá, Almirón me parece un tipo que... Los equipos que él dirigió marcan algo distinto, ¿no?”. Insistió: “Sí, me gusta Almirón. No sé si lo ayudo o no con esto”.
Se verá en estos días si Macri ayudó o no a Almirón. Por lo pronto, no mintió. Cuentan que lo conoció en un partido en la quinta presidencial de Olivos y ahí mismo, mientras se sacaban una foto, señalándolo, les dijo a quienes observaban: “Este es el mejor técnico por lejos”.
Si se atan cabos, muchos protago-
nistas de esta historia terminan entrelazados. Y no suena a casualidad:
1) Macri dejó como su heredero en Boca a Daniel Angelici, hoy uno de los vicepresidentes de la AFA y quien trata de tejer ahí a favor de Macri, obvio.
2) Almirón también encaja en el paladar de Angelici, quien lo ve en su club además como un posible sucesor de Barros Schelotto.
3) Hay gente del PRO en el entorno habitual de Almirón.
4) Almirón dejó una impresión inmejorable en Lanús, club presidido por Nicolás Russo, quien se insinúa para ser nominado como dirigente de la Comisión de Selecciones y el primero que lo postuló para la Mayor, mucho antes que el mismo Macri.
5) El representante de Almirón es Cristian Bragarnik, de fuertes lazos con Angelici (intercedió por ejemplo en el impactante arribo de Mauro Zárate) y hasta con Víctor Blanco, presidente de Racing (su DT Eduardo Coudet es de la “escudería” de Bragarnik) y también con chances de llegar a la Comisión de Selecciones... Un técnico valioso. Demasiados intereses cruzados. En este contexto, ¿hasta dónde podrá avanzar Claudio Tapia? A Chiqui le encanta Mauricio Pochettino, que hace un par de meses renovó con el Tottenham. También lo seducen Diego Simeone y Marcelo Gallardo. Como los tres se insinúan como alternativas hoy impo
sibles de coronar, ¿el presidente de la AFA le dará el gusto al presidente de la Nación? La Selección espera y necesita sentido común... ■