Una mirada extrañada del mundo
Los hábitos domésticos y los hechos aparentemente intrascendentes o inexplicables de las rutinas de sus personajes revelan, en la mirada de Hebe Uhart (Moreno, 1936), una dimensión inesperada: traspasan ese filo en el que lo cotidiano empieza a parecer maravilloso, extraño e incluso monstruoso; como si desde ciertos ángulos -o a partir de una proximidad exagerada- la normalidad deviniera en rareza. Esa es una de las certezas que se desprenden de la lectura de El gato tuvo la culpa (Blatt & Ríos), que recopila sus cuentos escritos entre 1963 y 2004 y que no habían sido incluidos en los Relatos reunidos de Alfaguara (2010). Son historias protagonizadas por mujeres sin ningún aparente brillo extraordinario que, bajo la lupa de su autora, dejan al descubierto sus fortalezas, sus caprichos, su crueldad o la aterradora fragilidad en la que viven. Uhart escribe con un estilo inocente, pero es una observadora avezada.