El Papa aceptó finalmente la renuncia del arzobispo Wilson
El papa Francisco aceptó finalmente la renuncia del arzobispo australiano Philip Wilson, quien fue declarado culpable de encubrir abusos sexuales a niños en los años setenta, un caso más que empaña a la deteriorada imagen de la Iglesia católica.
Wilson, obispo de la ciudad de Adelaida, es el clérigo católico de mayor rango en el mundo que ha sido condenado por el encubrimiento de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. A principios de julio fue sentenciado a 12 meses de prisión por encubrir los actos pedófilos del sacerdote Jim Fletcher.
Wilson, de 67 años y con una fase inicial de Alzheimer, está actualmente en libertad bajo fianza y tendrá que volver en agosto a los tribunales, que decidirán si cumple su condena en prisión o en arresto domiciliario.
Inicialmente el prelado se había negado a dimitir, pero lo hizo después de que la Conferencia Episcopal Católica de Australia (ACBC) y hasta el propio gobierno australiano reclamaran su alejamiento.
Se trata de la segunda dimisión de un prelado de alto rango en el seno de la Iglesia católica en solo unos días. El sábado el Papa tuvo que aceptar también la renuncia del cardenal estadounidense Theodore McCarrick, acusado de haber abusado sexualmente de menores.
El caso de Wilson lleva en los titulares desde 2010, y causó una honda conmoción en la comunidad católica de Australia. El pasado julio el arzobispo fue sentenciado tras ser declarado culpable de haber encubierto el abuso a dos monaguillos por parte de Fletcher en la década de los 70.
El tribunal consideró que Wilson sabía que Fletcher estaba abusando de los niños, pero que desestimó sus “creíbles denuncias” por su deseo de proteger a la Iglesia y su reputación. Fletcher ya fue condenado en diciembre de 2004 de nueve cargos de abuso sexual a menores, y murió en pri- sión en 2006.
Wilson interpuso un recurso de apelación contra la sentencia de encubrimiento, y hasta ahora se había negado a renunciar, hasta el punto de que el propio primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, había intervenido en el caso pidiendo al Papa que despidiera a Wilson. El Pontífice se había negado a tomar medidas hasta el momento.
“Saludo la dimisión hoy de Philip Wilson como arzobispo de Adelaida, que reconoce tardíamente los muchos llamamientos, incluido el mío, para que renunciara”, afirmó Turnbull en un comunicado. “No hay otra responsabilidad más importante para los líderes de la comunidad y la Iglesia que la protección de los niños”, subrayó el primer ministro. ■