Cómo nos afectan las políticas de Trump
El presidente Trump acaba de anunciar una ayuda adicional de US$ 12.000 millones para los agricultores afectados por las restricciones impuestas por China para las importaciones de productos en represalia a las tarifas aplicadas por los Estados Unidos sobre 34.000 millones de sus importaciones. Los nuevos subsidios serán canalizados a través de la Corporación de Crédito Agrícola para evitar solicitar la aprobación del Congreso.
El anuncio provocó una fuerte reacción contra la política de Trump de castigar las importaciones de los países con los cuales mantiene un déficit comercial alegando razones de seguridad nacional. Pero también constituyó una señal de que la Casa Blanca no piensa retroceder en su estrategia comercial. Vía Twitter, Trump afirmó “¡Las tarifas son grandes! El país que trató a Estados Unidos injustamente debe negociar un acuerdo justo o será castigado con tarifas”.
La racionalidad pareciera estar cada vez más lejos. El aumento de los subsidios agrícolas ofrecido por Trump es una perversión contra los países exportadores de productos agrícolas. El 18 de mayo la Cámara de Representantes rechazó por 213-198 el proyecto de Ley Agrícola presentado por la Casa Blanca para 2019/23; el proyecto prevé 867.000 millones para el sector. Los demócratas votaron en contra por incluir la obligación de trabajar para los recipientes de Ayuda Alimentaria ; los republicanos conservadores se sumaron. Reclaman medidas más duras contra los inmigrantes. La Ley incluye 20.000 millones de subsidios para las primas y administración de seguros, ingresos por acres, pérdidas por precio de referencia, programas de conservación, promoción, investigación y ayuda por catástrofes. El proyecto de la Casa Blanca prevé pagos sólo a las explotaciones agrícolas con ingreso inferior a US$ 500 mil anuales.
Los subsidios agrícolas estuvieron fuera de las negociaciones comerciales internacionales hasta 1995. En la Ronda Uruguay se acordaron limitaciones. El Acuerdo incluyó una revisión a los cinco años que nunca fue efectuada por la resistencia de Estados Unidos y la Unión Europea a nuevas concesiones sin reciprocidad. La 11° Conferencia de la OMC debía avanzar sobre los subsidios pero las discrepancias y la posi- ción negativa de Estados Unidos respecto a los acuerdos multilaterales enterraron el tema agrícola. La Comisión de la Unión Europea también está considerando el proyecto de presupuesto para la Política Agrícola Común para 2021/27. La propuesta tiene un presupuesto de US$ 340 mil millones incluyendo pagos directos a los agricultores para el período. Estos pagos están considerados no distorsivos del comercio. Francia y Alemania han manifestado su oposición porque propone una disminución del 5%. La decisión de Trump de otorgar nuevos subsidios es un fuerte golpe para los países exportadores de productos agrícolas. Tanto Estados Unidos como la UE tienen actitudes hipócritas cuando se trata de subsidios y libre comercio y no tienen problemas en abrir la billetera para subsidiar a su agricultura. La guerra comercial iniciada por Estados Unidos comienza a tener consecuencias para todos y los esfuerzos a nivel bilateral arrojarán escasos resultados mientras persista el desprecio por los organismos multilaterales. El comunicado del G-20 muestra las graves limitaciones para alcanzar niveles de consenso en temas cruciales para la economía mundial. ■