¿Replantearnos qué estamos haciendo, y qué deberíamos hacer?
Los movimientos de extracción, K y ultra K, advierten de un “posible estallido social”. A poco que se analicen objetivamente estos vaticinios, más que una preocupación genuina parecería ser una expresión de deseo, cuyo objetivo no es solucionar los problemas de los argentinos, sino recuperar el poder y las cajas perdidas que administraban de manera poco santa. A modo de ejemplo: durante el gobierno de Cristina Kirchner, en 2014, se pagaron en efectivo 19 millones de dólares por los derechos para transmitir el Mundial, mientras que en el 2018 se pagaron sólo 3 millones de dólares. La pregunta obvia, es: ¿nos hicieron un descuento de 15 millones o la diferencia se perdió por el camino? El caos que intentan instalar es viento para su molino, trabajando denodadamente en la desestabilización de este Gobierno, que ha cometido muchos errores y tal vez el más grave fue no haber evaluado correctamente que se recibía un incendio y no había suficiente agua para apagarlo.
Las cosas no están bien, eso es innegable, pero éste es un país donde sólo el 50% de la gente se ha preparado, aprendido algún oficio, o alguna actividad que le permita trabajar y regenerar bienes o servicios, mientras que la otra mitad se dedica a cortar calles, hacer paros, movilizaciones, demandas de todo tipo etc, etc. Con esta realidad irrefutable, yo me pregunto: ¿por qué deberíamos estar mejor? Los piqueteros hace 15 años que no consiguen trabajo y un venezolano lo consigue apenas llega. Hay mucha gente en situación de calle, es verdad. ¿Alguien vio alguna vez a un chino en situación de calle? Y encima tiene que luchar contra la discriminación y el idioma.
¿No habrá llegado el momento de replantearnos lo que estamos haciendo y lo que deberíamos hacer? Si no es por nosotros, por nuestros hijos y nietos, que no se merecen recibir un país devastado por la desidia y los desencuentros. Amilcar Rojo sergio.bond@hotmail.com