La libertad religiosa
El que sabe de lenguaje totalitario es el procurador general del gobierno de Donald Trump: acaba de declarar la “guerra santa” contra las personas LGBT y sus derechos. Con lo que implica en Estados Unidos el término “guerra santa”, Jeff Sesions declaró la guerra a todo lo que pueda percibirse como una ofensa a la “libertad religiosa”, para lo que implementó una Fuerza de Tarea de Libertad Religiosa destinada a impedir que sea “erosionado el derecho cristiano a la adoración”. Sessions sigue una orden Ejecutiva de Trump firmada en mayo. En Estados Unidos, lo impensado ya legó. ■