“El periodismo oral debe reconvertirse y ser más profesional”
El lenguaje oral que emplean ciertos periodistas y comunicadores sociales da lugar, en los tiempos actuales, a una catarata de críticas desde varios sectores sociales porque existen construcciones lingüísticas erróneas, fundadas en vulgarismos y exposiciones carentes de signos estructurados, los cuales construyen lo que se llama un buen mensaje. En otro orden, algo que es habitual, no son pocos quienes no pronuncian las “eses” y las “eres” ante un micrófono o una cámara de televisión. Esto constituye un gran problema, dado que deforman el lenguaje, es decir lo alteran. Ni qué decir de otros aspectos, donde predomina la falta de información durante una entrevista determinada.
El periodismo oral debe reconvertirse, hay que bregar por una mayor profesionalización, en definitiva por un mejor periodismo. Las escuelas de nivel terciario, donde se dicta la carrera, como también la facultad de Comunicación Social, tienen un desafío y la inmensa responsabilidad de formar gente que tome conciencia de la importancia de estar ante un público heterogéneo. De poco sirve leer a Ryszard Kapuncinski, periodista polaco; Alejandro Grimson, doctor en Antropología; Humberto Maturana, biólogo y filósofo, por citar ejemplos, si no se hace hincapié en el hablar correctamente y tener óptima dicción, de manera tal que lo que se exprese llegue con claridad a los oyentes. Pero, además, hay que enseñar a leer de corrido, porque actualmente poca gente dispone de esa cualidad. Aquellas personas que pretenden, a mediano o largo plazo, hablar o escribir en los medios, deben pasar primero por los es- tablecimientos académicos vinculados al ejercicio periodístico y comunicacional. Esta profesión no es para cualquier persona. No alcanza solamente con tener cultura general. Hay técnicas que se enseñan y luego se ponen en práctica, y las mismas deben quedar reservadas para los próximos trabajadores de prensa. De cualquier manera, se está deformando el lenguaje oral. Y eso preocupa sobremanera.
Marcelo Malvestitti marcelo.malvestitti@gmail.com