¿Cuál es tu juego?
“¿Por qué no invitás a un amigo a casa a jugar?” es una propuesta que suena demasiado al siglo XX. Frente a la tablet o el celular, los chicos de hoy prefieren estar a solas y compartir partidas con otros que hacen lo mismo, desde sus propias direcciones (postales y de IP). Fortnite es el nombre del videojuego de guerra de Epic Games, que se lleva casi todo el tiempo libre de los preadolescentes. Se juega en línea, en tiempo real y en su versión gratuita hasta 100 jugadores participan de una misma batalla: “El último en pie gana”, arenga el producto de éxito global. Ante la pantalla los chicos construyen con sus pares un nosotros posible, que tiene las características del presente que les toca: una era volátil y digital, que engulle novedades a la velocidad de la luz (¿quién se acuerda ya de hitazos que parecían imbatibles como Pokémon Go o Clash Royale?). Todavía no sabemos qué forma tomará en ellos la nostalgia (”Me acuerdo del jacks”, escribía Joe Brainard añorando una suerte de payana). Sí, que mientras los más jóvenes prescinden de verse para jugar, se afianza en la Argentina una movida que monetiza el glamour vintage que tiene el “cara a cara” para los adultos.