Encontrarse para jugar
Jugar no es sólo un juego. Pone en movimiento una maqueta simbólica del mundo. Hacer pie en las bondades analógicas del encuentro anima Conexión Berlín, un sitio que ofrece todos los sábados, desde hace dos años, más de 500 opciones de juegos de mesa. Hay otros espacios: Eureka, con varias direcciones en Buenos Aires, se especializa en “desafíos de escape” y juegos de rol, que se proponen para grupos de amigos, familiares o empresas que usan el juego para fortalecer lazos en un equipo. Algo que en los 90 leyó bien Cris Morena, cuando patentó en tevé la generación “Jugate conmigo”. ■