Bajó la matrícula en la primaria y lo atribuyen a que no se repite más en primer grado
La medida se tomó desde 2013, para ayudar a los chicos con dificultades. Y contribuyó a que caiga la cantidad de alumnos con “sobreedad”. Ahora hay 170 mil menos que en 2002.
¿Cuál es la edad exacta en la que un chico debe empezar a leer y escribir? ¿Es a los seis años, es a los siete? ¿Y si ya tiene siete pero aún no logró esa “alfabetización inicial” deberá repetir primer grado? En 2013, la Argentina se sumó a la tendencia de otros países de la región y eliminó la repitencia en primer grado. Se armó aquí una “unidad pedagógica” entre el primero y segundo grado, con la idea de acompañar a aquellos chicos que tengan dificultades y no afectarles con la repetición la autoestima en edades tan tempranas. Cinco años después, los nuevos datos oficiales del sistema educativo estarían mostrando los efectos de aquella medida: en los últimos años bajó la matrícula en la escuela primaria y, según la explicación de los expertos, el fin de la repitencia sería el principal motivo.
El dato surge del nuevo informe del Observatorio Argentinos por la Educación, hecho con los últimos datos oficiales. Allí se observa que en 2016 había 170 mil alumnos menos en las primarias argentinas que en 2002. Es un descenso del 4%. La cantidad de alumnos pasó de 4.719.335 a 4.549.467.
Los expertos creen que mucho tuvo que ver en esto la Resolución 174 de 2012 que estableció, entre otras co-
sas, la promoción automática (o “ciclada”) entre primer y segundo grado. Algunas provincias habían empezado antes. Esto hizo que se pasara de una pendiente (más estudiantes en los primeros grados y menos en los últimos) a una meseta (todos los grados tienen similar cantidad de estudiantes): bajó la sobreedad y se produjo un aumento en la matrícula de secundaria, indica el informe.
Y a pesar de que muchos piensan que sin repitencia se “flexibilizan” los aprendizajes, los datos muestran lo contrario. Si se compara la performance de los alumnos al finalizar la primaria en Matemática y Lengua, entre las pruebas ONE de 2013 y Aprender de 2016, se ve que se redujo el porcentaje de los chicos que obtienen bajos desempeños. También hubo una mejora en las pruebas de la Unesco entre 2006 y 2013. De todos modos, estas mejoras de los alumnos argentinos fueron menos significativas que en otros países de la región.
“Muchos estudios muestran que el ciclo de alfabetización es largo, sobre todo en contextos de tanta desigualdad social, con puntos de partida tan distintos. La repetición, especialmente en primer grado, es muy dañina para los alumnos y no los ayuda. La mayoría de las políticas educativas cuestan más plata y ésta menos: porque si no repiten hay menos alumnos en el sistema y no se paga dos veces por ellos”, le dijo a Clarín Axel Rivas, director de Educación de la Universidad de San Andrés.
Alejandra Cardini, de CIPPEC, coincide con el enfoque. “Los datos que analiza el informe son una buena no- ticia. Dan cuenta del impacto positivo que tuvo la creación de una unidad pedagógica entre los dos primeros grados. La alfabetización inicial debe ser acompañada desde la escuela contemplando los tiempos diferentes entre alumnos”, le dijo a Clarín.
“Los indicadores positivos en promoción de los alumnos y aprendizajes se ven más en escuelas rurales. Algunas provincias, como Formosa, La Pampa y Tucumán, muestran notables mejoras. Esto se debe a la aprobación de los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios -priorizaron los contenidos fundamentales-, el acuerdo sobre la unidad pedagógica y el crecimiento de la inversión”, agregó el especialista Sergio España, de la Asociación Civil Educación para Todos..
Para Ignacio Ibarzábal, del Observatorio Argentinos por la Educación, hay que tomar en cuenta que “sigue habiendo bajos niveles de aprendizaje. La inclusión no puede hacernos olvidar de la calidad. No podemos permanecer impasibles frente al hecho de que un tercio de los estudiantes pasan seis años en la escuela sin aprender lo fundamental”.
Según al informe del Observatorio, otra posible razón de la caída de la matrícula primaria está vinculada al “factor demográfico”: entre 2004 y 2016 decreció un 2,7% la cantidad de chicos de 6 a 11 años (en la edad de la primaria). Son 113 mil niños menos.
Los expertos descartan que haya habido un proceso de exclusión de chicos de las escuelas, habida cuenta que las primarias argentinas mantienen una tasa de asistencia cercana al 100% desde la década del noventa. ■
La noticia muestra el impacto positivo que tuvo la unidad de los primeros dos grados.” Alejandra Cardini
Directora de Educación de CIPPEC
Esta política cuesta menos: hay menos alumnos y no se paga dos veces por ellos”. Axel Rivas
Dir. Educación, Univ. San Andrés
No hay que olvidar que un tercio pasa seis años en la escuela sin aprender lo básico”.
Ignacio Ibarzábal
Dir. Observ. Arg. por la Educación