Presionado por la crisis, Venezuela libera la compra y venta de dólares
La reforma se produce junto a una fuerte reconversión monetaria que le quita cinco ceros al bolívar.
Como parte de un proceso de reformas que buscan hacer frente a la profunda crisis económica, el gobierno venezolano decidió flexibilizar su estricto control de cambios que rige desde hace 15 años y permitir operaciones con moneda extranjera en locales habilitados.
La iniciativa del gobierno se plasmó en un decreto que luego fue aprobado rápidamente por la oficialista Asamblea Constituyente. La norma establece la “derogatoria del régimen de ilícitos cambiarios”, que penalizaba con multas y hasta 15 años de cárcel las operaciones con divisas que se realizaran al margen del Banco Central.
De acuerdo al texto, el gobierno otorga a las personas naturales y jurídicas, nacionales y extranjeras, “las más amplias garantías para su mejor participación en el modelo de desarrollo socioeconómico y productivo del país”.
Hasta ahora, el control de cambios le otorgaba al gobierno el monopolio de las divisas y la potestad de fijar la tasa, lo que derivó en un profuso mercado negro donde las cotizaciones multiplican la establecida por el Estado. Actualmente, la cotización oficial del dólar es de 172.800 bolívares, aunque en el mercado negro se vende a 3.500.000 de bolívares.
Según expertos, ese diferencial se convirtió en caldo de cultivo para la corrupción, al tiempo que generó presiones inflacionarias pues la mayor parte de las importaciones privadas se realizan con dólar de ese mercado paralelo.
“A partir del 20 de agosto el país queda facultado para dirigirse a la casas de cambio y hacer cualquier operación de forma transparente, legal y segura. Este decreto busca nuevas situaciones en el ámbito de la economía nacional y sentar las bases de respaldo y seguridad a todas las inversiones y operaciones en divisas convertibles”, señaló el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, al presentar el decreto a los integrantes de la Constituyente.
El presidente Maduro, por su parte, dijo que con esta iniciativa se busca permitir el flujo de inversiones que necesita el país. Los especialistas sostienen que hay una fuerte sequía de divisas en Venezuela producto de la fuerte caída de las exportaciones de petróleo y de las sanciones financieras de Estados Unidos.
En sectores opositores se advertía que en realidad el trasfondo de este cambio tiene que ver, en parte, con un reclamo de China, quien ya dijo que no iba a invertir un bolívar más en Venezuela si no se daba mayor libertad de movimiento a sus empresas.
El control cambiario fue implementado por el ex presidente Hugo Chávez en 2003, cuando la fuga de capitales vaciaba el país, pero se incrementó diez años después. Muchos economistas adjudican a esta política, y a sus derivaciones, gran parte de la crisis que sacude al país.
A partir de la aplicación de este sistema el gobierno de Nicolás Maduro persiguió a los operadores del mercado paralelo de divisas, donde recurre la mayoría de la gente que no puede acceder a los organismos oficiales. Numerosos precios en Venezuela son fijados de acuerdo a la fluctuación de la tasa del mercado negro.
Esta reforma, adelantada la semana pasada por Maduro, se produce en forma paralela con la reconversión monetaria que implicará la eliminación de cinco ceros al bolívar a partir del 20 de agosto, la misma fecha en que se levanta el cerco cambiario.
Con estas acciones Maduro busca hacer frente a la hiperinflación que golpea al país suramericano. Algunos analistas y opositores han desestimado las medidas y han asegurado que no resolverán el problema de la galopante inflación ni reactivarán la económica que está sumida en una severa recesión desde hace más de tres años.
En junio se reportó una inflación diaria de 2,8% lo que llevó la tasa mensual a 128,4% y la anualizada a 46.305%, de acuerdo con estimaciones de la Asamblea Nacional, que controla la oposición.
El Fondo Monetario Internacional ajustó el mes pasado sus estimaciones sobre Venezuela y anunció que la inflación podría saltar a un millón por ciento al cierre del año, una tasa récord en la región que llevaría el país petrolero a una situación similar a la que enfrentó Alemania en 1923 o Zimbabwe en 2008. ■
La cotización oficial del dólar es de 172.800 bolívares. El paralelo está a 3.500.000 bolivar